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Al igual que cuando construyó los segundos pisos en la Ciudad de México, después de los lamentables sucesos en el que murieron 19 infantes y siete trabajadores en el Colegio Rébsamen ubicado en la delegación Tlalpan que gobernaba Claudia Sheinbaum, la

información se ocultó mediante un acuerdo administrativo suscrito por la jefa delegacional que encriptó el caso. Por eso, lo poco que se ha sabido de este lamentable suceso ha sido por arduas investigaciones realizadas por compañeros periodistas como Héctor de Mauleón y Miguel Ángel Farías.

Una disertación que realizó este último en su espacio noticioso en ABC Radio ha circulado profusamente en las redes sociales hasta convertirse en un fenómeno viral. Y desde luego que la decisión de la señora Sheinbaum de encriptar la información provocó que muchos periodistas hiciéramos especulaciones acerca de la posibilidad de que un importante personaje estuviera inmiscuido en el caso. De cualquier forma hasta ahora seguimos sin saber los motivos que alteraron el peso permitido en la construcción, y que finalmente causó la tragedia que conmovió al mundo entero.

Se dice que Claudia Sheinbaum había decidido ir con todo contra la dueña del Colegio Rébsamen, pero una llamada telefónica de Andrés Manuel López Obrador la detuvo y desde entonces la información del caso se mantiene en secreto. Después saldría a la luz pública que Olga Sánchez Cordero mantenía un parentesco cercano con la evadida dueña, y eso podría poner en riesgo la llegada de la exministra a la Secretaría de Gobernación.

Mónica García Villegas, la dueña del Colegio Rébsamen, pudo así poner distancia con las autoridades policiales del país. Vaya, todo un galimatías por las componendas políticas del caso. Lo cierto es que esa petición del señor López fue para darse tiempo de evaluar los daños y el posible impacto en su campaña presidencial. Las especulaciones no se han disipado y siguen siendo motivo de controversia por no divulgar la información técnica de los peritajes del lugar en que murieron 19 niños y siete adultos.

Claudia Sheinbaum ha negado cualquier culpabilidad y lanza acusaciones a las anteriores administraciones, pero en todo caso siempre llevará la estigma de la tragedia porque se prestó para proteger a los responsables porque, al parecer, tenían parentesco con Eduardo García Villegas, el esposo de la ministra Olga Sánchez Cordero. Cualquiera que haya sido el motivo, lo cierto es que Claudia Sheinbaum sigue manteniendo responsabilidad en esa lamentable tragedia.

Para decirlo más claro, Andrés Manuel López Obrador no hubiera hecho esa llamada a Claudia Sheinbaum para que reservara la información de no haber existido parentesco entre el esposo de Olga Sánchez Cordero y la dueña del Colegio Rébsamen, Mónica García Villegas.

Si este tipo de componendas no forman parte de la mafia del poder, entonces tendremos que redefinir lo que es bueno y lo que es malo, porque hasta ahora todo lo que hacen los adversarios del tabasqueño es malo, mientras que él puede perdonar los delitos cometidos por sus adeptos, ya que serán parte de la nueva mafia del poder que nos gobernará. Al tiempo.