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Estadio Camp Nou, Barcelona, España.- El Barça sigue viviendo en la exuberancia, arropado por la excelencia de Leo Messi, autor de un triplete en la goleada ante el Levante (5-0), que supone la undécima victoria consecutiva de los azulgrana con lo que igualan un registro del Barcelona entrenado por Pep Guardiola.

Messi celebró a lo grande su partido 300 en la Liga. Sumó tres goles y alcanza los 269 tantos, 26 de ellos en el presente campeonato, y además asistió a Neymar en la jugada que abrió el marcador. El partido fue redondo para el Barça que cerró el marcador con un magnífico gol de chilena de Luis Suárez, hoy suplente.

El Barça sumó un nuevo capítulo de su vida después de Anoeta. Desde aquella derrota nada es como antes, con el tiempo, quien sabe, igual se recordará como el punto de inflexión de los azulgrana, como aquel 6-3 del Barcelona de Johan Cruyff en La Romareda (1994).

La evidencia es que la velocidad de crucero del equipo de Luis Enrique es otra desde entonces. Juega con más determinación, precisión, velocidad y fluidez, pero sobre todo cree más en lo que hace.

Cada recuperación es media ocasión de gol. Neymar desequilibra casi siempre y combina bien con Messi y el equipo, juegue con juegue, se lo cree.

Frente al Levante, se produjeron hasta ocho cambios. Solo repitieron Mascherano, Neymar y Messi del último partido copero, pero el rendimiento no se resintió.

Desde el primer minuto y con paciencia, movió el Barça el futbolín que había dispuesto Lucas Alcaraz. No tenía ocasiones, pero tampoco sufría. Se trataba de masticar el partido y esperar, madurar las acciones, a la espera de abrir la lata.

Enfrente el Levante jugó a verlas venir. No puso el autobús como muchos rivales en el Camp Nou y buscó la velocidad de Xumetra, Barral y Uche para sorprender, pero solo tuvo un par de aproximaciones en el primer tiempo y ninguna en la segunda.

En los primeros 45 minutos, el Barça ya pudo decidir el partido. Marcó dos goles, uno sin querer, y dio la sensación en todo momento de tener la situación controlada.

Messi volvió a engordar sus estadísticas. En su partido 300, marcó tres goles y asistió en el primero. Le dio el 1-0 a Neymar, una jugada cómica en su resolución, pero que nació de una gran asistencia del argentino.