Las reglas de la democracia para enfrentar el reto electoral del 2024, fueron aprobadas por todos los partidos y fueron

impulsadas por el que ahora despacha en PN.

 Ya con Morena, el ciudadano presidente, ordenó a sus huestes presionar por una serie de ajustes que, según él, darían mínimas garantías para elecciones limpias.
Peña Nieto, ordenó a su partido que se aprobarán las reformas suficientes a la institución electoral y a las reglas.
Hoy los morenistas se quejan amargamente de la ley electoral que ellos promovieron y les concedieron, con la anuencia de todos los partidos.
Y sin embargo un día sí y el otro también, se lamentan de las reglas absurdas como es el impasse en las pre campañas en que deben guardar “vigilia” los pre candidatos.
Los absurdos en la ley electoral son producto de las presiones de AMLO.
Mario Delgado administrador de la franquicia Morena, regatea una multa que le aplico el INE, al que por cierto tomaron por asalto con Guadalupe Taddei a la cabeza.
Pidió la Instituto que le rebajen la multa a la mitad, sele hizo mucho 60 millones de pesos, como si los más de 3 mil millones de pesos no les alcanzarán.
Tramposos y marrulleros los del partido del presidente de las mañaneras, intentan por todos los medios, lastimar a la autoridad electoral.
Así las cosas, las nubes negras apenas comienzan, el granizo vendrá en marzo con la llegada de las campañas, no habrá primavera para la democracia.

La calma que precede al temporal.

Político profesional, el presidente del PRI, Alejandro Moreno conocido más como Alito, parece muy tranquilo, muy relajado, sin embargo, sabe muy bien que la interior de su partido, no pocos cuadros están molestos con las listas de: Senadores, diputados, diputados locales, presidentes municipales y de los gobiernos estatales.
La elección de nombres ha sido un galimatías para quienes no están en los lugares adecuados con posibilidades de llegar.
Muchos se preguntan por qué resucitar a Manlio Fabio Beltrones, quien cuando presidió su partido demostró ser un perdedor, y no importa que la busque por mayoría, es un cuadro muy quemado, cuya fama de buen político, solo fue producto de fuertes inversiones en los medios de ese entonces.
Pero Alito ni se inmuta, de recio carácter y ágil de mente, avezado en el nado de las aguas negras, sigue haciendo piruetas, como si ya hubiera ganado las elecciones.
Por cierto, la diferencia entre Manlio y Alito, es: uno es un cínico y el otro un ladino.

En los restos del PRD, tormenta a punto de huracán:

A Jesús Zambrano las cosas cada día se le complican más, no solo son Mancera o Aureoles, en los Estados las cosas no pintan a mejor. La selección de cuadros para las listas de diputados y senadores lo han llevado a una vorágine de reclamos, no todos reflejados en la prensa. Jesús Ortega quien desde la parte trasera influye, no han hecho sino adelantar la desaparición de un partido que tuvo niveles de competitividad muy elevados.
Lamentable que ninguno de los jesuses advierta la profundidad del abismo.
Sin embargo, la alianza va con Xóchitl, y avanzan entre tumbos.
Hasta la Próxima.