El Punto Critico

 web-31-trabajador-del-turismo
La Habana. Casi una tercera parte de los trabajadores cubanos está ocupado
en el sector no estatal, y la tasa de desocupación impacta el 1.7 por ciento de la fuerza laboral isleña, dijo la ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba.
En una ponencia presentada durante el XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, y difundida por el portal oficial Cuba Debate, la ministra dijo que al cierre de 2018 se estimaba una ocupación de cuatro millones 482 mil 700 trabajadores.
De esa fuerza laboral, tres millones 67 mil trabajadores están en el sector estatal, con 48 por ciento en unidades presupuestadas como los sectores de salud y educación, y un 52 por ciento en el sector empresarial estatal, en especial en las industrias alimentaria, azucarera, agricultura, ganadería y construcción, expuso.
Añadió que en el sector no estatal hay un millón 415 mil 700 trabajadores, casi 42 por ciento de los cuales laboran por cuenta propia y el resto en el sector cooperativo.
El informe agregó que la cifra de desocupados creció de 75 mil 288 en 2017 a 76 mil 400 en 2018, sumando las personas que buscan trabajo, y que otras 567 mil son personas que "estando en edad para ello, ni estudian ni trabajan", dijo la ministra, al plantear "buscar las vías para que estas personas sientan la necesidad de trabajar”.
Advirtió que uno de los problemas que afectan el empleo está asociado a la insuficiente generación de plazas laborales en el sector estatal, a partir de inversiones o ampliación de capacidades, mientras que la fluctuación laboral impacta en la estabilidad de las plantillas y en el funcionamiento de las entidades.
Reconoció que el empleo en Cuba también es perjudicado por el impacto negativo del salario y la pérdida de fuerza calificada debido a las migraciones del país por cuestiones económicas, y advirtió que mientras en 2018 la población laboral era de 7.1 millones, para 2030 se reduciría a 6.4 millones.
Expresó que se han tomado algunas medidas en el sistema empresarial que impactan en el salario de los trabajadores, con aumentos de seis por ciento en el sector empresarial durante el año anterior, mientras que en el sector planificado los ingresos permanecieron en niveles similares.