Madrid. Los candidatos de los principales partidos políticos españoles, PSOE,
PP, Unidas Podemos y Ciudadanos, celebraron el primero de dos debates antes de los comicios del domingo 28, definido por los ataques al aspirante socialista y presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
El debate, celebrado a las 22:00 hora local del lunes y transmitido por la cadena pública de televisión RTVE, reunió a Sánchez, candidato del PSOE, y sus adversarios del derechista Partido Popular (PP), Pablo Casado; del izquierdista Unidas Podemos, Pablo Iglesias; y del conservador Ciudadanos, Albert Rivera.
Los candidatos se encontraron a las 21:18 hora local en los estudios de RTVE, en Prado del Rey, informó la agencia Europa Press, y fueron recibidos por distintos funcionarios de la cadena.
Los candidatos, que tuvieron la primera oportunidad de confrontar posturas el lunes, volverán a verse las caras este martes, tan sólo 24 horas después, en un nuevo debate que organiza la cadena privada Atresmedia.
Al abordar en el debate la eventual formación de alianzas, Sánchez evitó descartar un pacto de gobierno con Ciudadanos, como reclamaba el candidato de la izquierdista Podemos, y planteó "un tercer espacio" con una "amplia mayoría" que integre a socialistas e independientes "progresistas".
Ante el ascenso del partido ultraderechista Vox, ausente en el debate, Sánchez advirtió que el socialismo es la única fuerza capaz de impedir una alianza entre esa organización, Ciudadanos y el PP, como ocurrió en las recientes elecciones regionales de Andalucía.
Uno de los puntos más controversiales fue la actitud ante los independentistas, en especial los de Cataluña, respecto a los cuales, Sánchez recalcó a PP y Cs que "no puede haber negación preventiva del indulto" a los líderes catalanes presos por la fallida declaración de independencia del 1 de octubre de 2017.
Casado, del PP, y Rivera, de Ciudadanos, atacaron al jefe del Ejecutivo por sus pactos con los independentistas, pronosticaron que Sánchez volverá a negociar con ellos si gana las elecciones, y le reclamaron pronunciarse si indultaría a los presos catalanes, a quienes calificaron como "golpistas".
El presidente del Gobierno respondió que "no puede haber indulto preventivo y tampoco la negación preventiva del indulto" antes de que haya sentencia firme.
Iglesias se distanció de la polémica, al apuntar que "España es plurinacional y la convivencia no se puede recuperar con agresividad", y trató de poner el énfasis en temas sociales, al señalar que "le duele España" pero por la precariedad y los bajos salarios que afectan a todos los ciudadanos.