La baja generación de empleos es consecuencia de la escasa inversión en México,
debido a la falta de confianza, que cada día es más acentuada, y a la austeridad aplicada al gasto público, señaló José Luis de la Cruz Gallegos, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Aunado a ello, indicó, el país sufre una baja productividad en la Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Guanajuato, Veracruz y Puebla, que en principio deberían ser los motores del crecimiento.
“Las afectaciones de la desaceleración económica está llegando a la vida diaria de los mexicanos y en forma de falta de oportunidades de empleo”.
El especialista en la materia refirió al respecto que con la caída de 88 por ciento del empleo formal se prendió el “foco rojo” para hacer cambios urgentes en la política económica de México, pues de lo contrario se corre el riego de caer en un recesión
Este miércoles, a través de un comunicado, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que en mayo se crearon sólo tres mil 983 empleos formales, lo que supone una caída de 88.2 por ciento respecto a los 33 mil 966 puestos generaros en igual periodo de 2018.
La institución atribuyó esa caída a "efectos cíclicos" y abundó que este indicador es el resultado de una disminución de 36 mil 861 empleos eventuales acompañados de la creación de 40 mil 664 empleos permanentes. El dato es el peor para un periodo similar desde 2015.
“Esos números plantean primero que el mercado laboral ha acusado de recibido la llegada de la desaceleración económica, porque es una cifra muy débil para un país de 125 millones de personas y 56 millones en posibilidades de trabajar”, dijo De la Cruz Gallegos en entrevista con Notimex.
Si este escenario negativo continúa, aunado a las complicaciones del crecimiento económico, la presión del gobierno de Estados Unidos y los programas de austeridad “podríamos hablar de que la economía mexicana corre el riesgo de entrar en una recesión”.
Para revertir esa tendencia, señaló, se requiere de inversión productiva y eso demanda de manera urgente la implementación de un programa emergente. “Si no hay cambios en la política económica, eso va a ser muy complicado”.
Entonces, la única “válvula de escape” para los desempleados será caer en el mercado informal donde, de acuerdo con cifra del Instituto Nacional de Estadística y Geografía había ya más de 30 millones 800 mil personas hasta el primer trimestre de 2019, señaló el especialista.