Como política, funcionaria, burócrata, servidora pública, empleada federal, como
sea, Ana Grabriela Guevara ha fracasado. Esta hundiendo a la CONADE en una crisis sin precedentes. Y no puedo argumentar la falta de recursos, pero nosotros si podemos denunciar la falta de talento y capacidad. Y mientras el presidente jugando béisbol en Ciudad Universitaria ( y la autonomía?), el deporte nacional en picada. No hay apoyo a nuestros atletas de alto rendimiento y si una serie de agravios e ignorantes ofensas hasta de parte de los legisladores que atacan a emblemas olímpicas como Liliana Ibáñez o Paola Espinosa, salpicadas de infundios de parte de personajes de vergüenza como Ernesto Dalessio o Tatiana Clouthier que a decir de las deportistas “incitan a la agresión”. El enorme esfuerzo por años que ha emprendido el titular del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla Becerra en cuestión de días se va al abismo por políticas retrógradas como la famosa austeridad República. Hoy las instalaciones están semi abandonadas, las albercas sin mantenimiento, las calderas sin combustibles, en fin una auténtica desgracia que coloca a la representación Olímpica y deportiva de nuestro país en una situación irreparable. Las propias autoridades han manifestado que ya ni siquiera puede responder por eventos como los Panamericanos, menos la Olimpiada. Guevara está haciendo el ridículo por ser servil a una ideología que ni representa. Se le señala constantemente que ha definido sus jornada de trabajo sólo de lunes a jueves porque anda con la travesura de querer ser gobernadora. Y esto también se llama corrupción. Veremos entre bola y bola que opina el beisbolero presidente porque bien recordamos que hasta los aficionados del “rey de los deportes” ya la abuchearon cuando se presentó en el terreno de juego.