Con obras de los compositores mexicanos Luis Sandi y Salvador Contreras, así como

del austriaco Wolfgang Amadeus Mozart y del alemán Johann Christian Bach, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCB) celebró anoche el día de los enamorados en la Sala Manuel. M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Bajo la dirección del concertista José Luis Castillo, la agrupación, considerada como referente musical de México, deleitó a los presentes con un repertorio marcado por obras de corte clásico y música de concierto.
En el tercer programa de la temporada de conciertos en el Palacio de Bellas Artes, la agrupación celebró la reunión del violista principal de la OCB, el ruso Mikhailk Kouznetsov, con su hija, la violinista María Kouznetsova, quienes se llevaron los aplausos de la noche.
Padre e hija, engalanaron esta pequeña sala, usualmente utilizada para la presentación de libros, con la obra "Sinfonía concertante para violín, viola y orquesta en mi bemol mayor", de Wolfgang Amadeus Mozart.
Se trata de una pieza de corte clásico, muy suave, en la que padre e hija, no sólo lucieron, sino que hicieron una excelente mancuerna al conjugar, cada uno, ritmos apaciguados, consiguiendo las ovaciones de los asistentes.
Se dice que durante su composición en 1779, Mozart estaba realizando un viaje por Europa, que incluyó Mannheim y París, y que las complejas dinámicas orquestales de la composición reflejan la cada vez mayor competencia técnica de la orquesta europea en ese momento.
Mozart había estado experimentando con el género de la sinfonía concertante y esta obra puede considerarse como el ejemplar más exitoso de este género a medio camino entre la sinfonía y el concierto.
El programa inició con "Trenos", de Luis Sandi, una pieza que rinde un homenaje al compositor mexicano Carlos Chávez.
La palabra "treno" se ha usado para designar las obras de carácter luctuoso, ya sea por un hecho de alcance universal o bien siguiendo un impulso más íntimo y directo cuando se trata de lamentar una muerte cercana.
En el caso de Sandi y Chávez, la nutrida correspondencia entre ambos -parte de la cual fue recogida por Gloria Carmona en su libro "Epistolario selecto de Carlos Chávez"-, es buena muestra de la cercanía personal y, sobre todo, profesional que los unía.
La velada continúo con la obra "Dos piezas dodecafónicas", del mexicano Salvador Contreras y concluyó con "Sinfonía en Mi bemol Mayor op.18 no.1", de Johann Christian Bach, esta última es de corte barroco y fue publicada en 1781.
Cabe mencionar que este programa se repetirá el próximo domingo en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música, en esta ciudad.