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Alemán de nacimiento, pero establecido en México después de la Segunda Guerra Mundial, este país fue la casa que vio nacer las obras más reconocidas del arquitecto Mathias Goeritz, entre ellas

Alemán de nacimiento, pero establecido en México después de la Segunda Guerra Mundial, este país fue la casa que vio nacer las obras más reconocidas del arquitecto Mathias Goeritz, entre ellas las Torres de Satélite.

Werner Mathias Goeritz Brunner nació el 4 de abril de 1915 en Danzig (hoy Gdansk, Polonia) y pasó su niñez y juventud en Berlín, donde durante un año estudió medicina, pero posteriormente se enfocó en filosofía e historia del arte.

De hecho, en 1935 obtuvo su Doctorado en Filosofía e Historia del Arte en la Universidad Friedrich-Wilhelms y dos años después estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Charlottenburg.

En 1941 vivió en Tetuán, Marruecos, año en el que conoció a la fotógrafa y escritora Marianne Gast, con la que se casó al año siguiente. Para el año 1945, Mathias llegó a Granada, España, donde fundó la Escuela de Altamira, con el objetivo de fomentar el desarrollo del arte abstracto.

En 1949, fue invitado como maestro a la Escuela de Arquitectura de Guadalajara por el entonces rector de la misma, Ignacio Díaz Morales y tres años después, se estableció de manera permanente en la Ciudad de México, donde realiza su primera obra de arquitectura emocional: el Museo Experimental El Eco.

Para Goeritz, la arquitectura emocional apelaba a “la necesidad de idear espacios, obras y objetos que causen al hombre moderno una máxima emoción”.

En 1954, fue contratado por la Universidad Nacional Autónoma de México para fungir como profesor en la Facultad de Arquitectura, donde creó un Taller de Educación Visual y Diseño Básico.

Más tarde, de la mano de la Universidad Iberoamericana, nace la Escuela de Artes Plásticas, donde dejó huella en la plástica contemporánea.

Mathias Goeritz alternó la pintura con la escultura, cuyas obras notables son “La mujer de cinco caras” (1950), “Animales heridos” (1951) y “La serpiente” (1953).

Al lado del arquitecto Luis Barragán y el pintor Jesús Reyes Ferreira, en 1958 construyó las Torres de Satélite; en 1959 realizó los vitrales de la Iglesia de San Lorenzo en la Ciudad de México y en 1960 los de la Catedral Metropolitana.

En 1964 realizó tres murales para el Museo de Antropología e Historia de la ciudad de México. Luego, con motivo de los Juegos Olímpicos de 1968, diseñó La Osa Mayor y dirigió el proyecto escultórico de la Ruta de la Amistad, con el apoyo del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez.

En colaboración de los escultores Hersúa, Sebastián, Helen Escobedo, Manuel Felguérez, Roberto Acuña y Federico Silva, en 1978 participó en el Espacio Escultórico de la UNAM.

El sitio academiadeartes.org.mx afirma que el propio Mathias Goeritz pensó que la obra arquitectónica más compleja es "El Laberinto de Jerusalén" (1973-1980), un edificio sin ventanas y cuya luz se introduce a través de amplias terrazas.

En la última década de su vida recibió múltiples reconocimientos: Premio Elías Sourasky (1980), de manos del entonces presidente de México, José López Portillo; Caballero de la Orden de las Artes y Letras (1984) y Académico de honor de la Academia Mexicana de Diseño (1985) y miembro honorario de la Academia de las Artes de México (1986).

El escultor, arquitecto y pintor murió el 4 de agosto de 1990 en la Ciudad de México.