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El proyecto conjunto entre El Colegio de San Luis (Colsan), la Subdirección de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el

Museo Marítimo Vasco (Albaola), se ha iniciado un proyecto de investigación histórico-arqueológico que busca documentar el Galeón Manila-Acapulco, conocido también como la Nao de China, en un esfuerzo único por intentar reconstruirlo para volverlo a lanzar al mar.

Para el doctor Tomás Calvillo Unna, doctor en ciencias sociales por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social del Occidente (CIESAS), el proyecto se ha focalizado en la recuperación de una historia olvidada entre México y el sureste asiático a través de Filipinas, que ambas regiones entablaron durante 250 años, entre 1565 y 1815. Se sabe de esa extraordinaria vinculación que tuvo México con Filipinas, porque la corona delegó el territorio de Filipinas a la autoridad del virreinato de Nueva España, siendo administrada por casi tres siglos desde la Ciudad de México, en la que el punto clave fue el famoso Galeón Manila-Acapulco.

“Esa relación tuvo un impacto global importante porque, en términos de historia de la economía de la Colonia, se unió Asia con América cerrando el círculo de la primera globalización económica en la historia”, afirma el exembajador diplomático de México en Filipinas, hoy investigador del Programa de Estudios Políticos e Internacionales del Colsan. La historia cuenta que durante el siglo XVI, las inquietudes de Hernán Cortes y de la Corona Española por llegar a las Indias aún permanecían, por lo que se emprendieron expediciones que lograron llegar a Filipinas sin poder regresar a la Nueva España.