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Arquitectos mexicanos de obras en Michoacán, Estado de México y Ciudad de México fueron reconocidos en el certamen de la revista canadiense de diseño y

arquitectura “Azure”.

En este concurso participaron 997 arquitectos y diseñadores de 46 países de los cuales 64 fueron finalistas en diferentes categorías, incluyendo a tres firmas mexicanas: Taller Héctor Barroso, Esrawe Studio y Origen 19º 41' 53'' N.

En la categoría arquitectura residencial unifamiliar, ganó el Taller Héctor Barroso con el proyecto Entrepinos, un conjunto de cinco viviendas de descanso en medio del bosque de Valle de Bravo, en el central Estado de México, en donde se utilizaron materiales de la región, como tabique, madera y tierra.

La misma tierra del sitio que se escarbó se utilizó como acabado en todos los muros. Así “la arquitectura emerge del lugar”, dicen sus arquitectos quienes no pudieron estar presentes en la premiación que se realizó este fin de semana en Toronto.

Otro proyecto mexicano ganador fue El Califa, de Esrawe Studio, en la categoría de arquitectura interior comercial e institucional. El diseño de los muros de este edificio que alberga la conocida taquería en la Ciudad de México, se basa en la figura geométrica de la tortilla.

“Encontramos nuestra fuente de inspiración en la tortilla y su traducción geométrica al círculo, en su repetición, su partición y sus variantes. La tortilla es parte importante de la vida de las personas en México desde la época prehispánica, cuando nuestros antepasados la usaban como plato, comida y cuchara”, indicaron los arquitectos, que tampoco pudieron asistir al evento.

La otra firma finalista en estos premios "Azure" fue Origen 19º 41' 53'' N de los arquitectos Omar y Hugo González Pérez, originarios de la Ciudad de México, pero que radican desde hace varios años en Morelia, Michoacán.

Ellos concursaron con un edificio construido en Uruapan como refugio para mujeres víctimas de violencia. La obra duró un año en edificarse y está en proceso de preparación para su apertura.

Sobre la base de que “habitar una pieza de arquitectura es vivir una experiencia sensorial y espiritual que toca el alma y emociona”, los hermanos González Pérez vinieron a presentar su proyecto frente a arquitectos y diseñadores de diferentes partes del mundo.

En entrevista con Notimex, los arquitectos explicaron que este refugio fue diseñado como un albergue donde la mujer víctima de violencia se sienta protegida y que los espacios abiertos y la luz sean un ambiente propicio para su recuperación y el aprendizaje de algún oficio para reincorporarse a la sociedad.

“Es un espacio de resguardo, de protección, es un edificio introspectivo porque desde la fachada se cierra hacia el exterior, pero hacia adentro se abre, son como cuatro crujías de edificio y cada una se abre en todos sus lados laterales, cada espacio se abre a un área verde”, afirmó Hugo González.

Respecto al color amarillo predominante en esta construcción ubicada en la entrada a Uruapan viniendo de Morelia, al lado de una clínica del Seguro Social, Omar detalló que el edificio tiene una carga de simbolismos para que la gente disfrute, viva y goce el edificio.

“La puerta al edificio es negra porque simbólicamente refleja el estado en que llega una mujer maltratada, en total obscuridad, pero al final de ese pasillo hay un patio pintado de amarillo que se intensifica con la luz del sol y es un símbolo de luz y esperanza”.

Los arquitectos explicaron que el edificio se construyó con la posibilidad de extenderse, albergando más espacios para atender a más mujeres víctimas de violencia de género.

Este edificio logró estar entre los seis finalistas de construcciones de países como China, París, Toronto y Brasil. A pesar de que el proyecto no ganó los arquitectos destacaron esta nominación como un reconocimiento internacional.

“El hecho de estar aquí dentro de estos nominados internacionales es ya un gran logro, producto del esfuerzo de 13 años y de un amplio equipo de 30 personas que desde Morelia estamos haciendo arquitectura desde el rancho, pero de calidad internacional”, dijeron los arquitectos, ganadores del primer lugar en los premio ObrasCemex en vivienda unifamiliar.

El año pasado también recibieron un reconocimiento de la obra del año del Bachillerato en Xalostoc, en el Estado de México.

“La cultura del esfuerzo es fundamental, esto ya es un reconocimiento ser finalistas después de 13 años de trabajo continuo”, dijo Omar.

“La arquitectura debe tener una conceptualización muy sólida, una lectura adecuada de la razón de ser de la pieza y del sitio donde está ubicada, además de la funcionalidad, es necesario darle valor agregado, valor artístico”, agregó su hermano Hugo. Ambos son egresados de Arquitectura en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.