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A un año de la muerte del fotógrafo mexicano Héctor García (1923-2012), familiares del llamado “pata de perro” hicieron un nuevo exhorto al Consejo Nacional para la Cultura y a las Artes (Conaculta), para que apoye la digitalización del archivo del afamado artista de la lente.

María García, viuda del creador mexicano, afirmó que el compromiso hecho por la entonces presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, de brindar el apoyo económico para preservar el acervo y construir dos bóvedas para su resguardo, aún no concreta.

“Nos falta la catalogación del archivo, la construcción de las dos bóvedas, hay muchas cosas. Quedaron de ayudarme, faltaron algunos papeles y nada más fue puro cuento, parece ser que ya no hubo dinero.

“Hablamos de un archivo de millón y medio de negativos y casi 25 mil rollos, que si no se conservan de manera urgente se perderán, la humedad lo acabará”, advirtió María García.

Entrevistada previo a la presentación del programa de actividades para conmemorar el primer aniversario luctuoso del “fotógrafo de la calle”, García señaló que la nueva administración del Conaculta “no se nos han acercado”.

“Necesitamos la parte económica para pagar sueldos, tener equipo, computadoras, quien digitalice, entre otras cosas. La pasada administración no hubo nada y esperamos respuesta ahora. Requerimos de cinco millones de pesos”, señaló la viuda del fotógrafo al tiempo que refirió la Fundación, “trabajamos con lo que se puede, con lo que se tiene para que siga caminando el proyecto”.

Durante el homenaje de cuerpo presente a Héctor García en 2012 en el Palacio de Bellas Artes, la entonces presidenta del Conaculta, anunció ante familiares, periodistas y amigos del homenajeado, que la institución a su cargo colaboraría con el trabajo de digitalización y preservación del acervo fotográfico que custodia la Galería-Fundación Héctor García.

Hasta ahora, dijo, el archivo del fotógrafo se conserva pero requiere de manera urgente recursos para llevar a cabo varios de los proyectos antes mencionados.

Tanto el espacio como el archivo están compuestos por retratos de artistas plásticos, figuras de la Época de Oro del Cine Mexicano y personajes de la vida cultural de México en las décadas de los 50 y 60.

Da testimonio del desarrollo y crecimiento de la ciudad, la construcción de ejes viales, el Metro, monumentos y la Ciudad Universitaria, entre otras obras. Además, refleja la vida cotidiana, de la urbe: oficios, obreros, campesinos, hombres y mujeres en su entorno y realidad social.

Es testigo de los movimientos sociales de la segunda mitad del siglo; como el ferrocarrilero, el petrolero, de los maestros, los vallejistas y los movimientos estudiantiles.

Muestra las campañas presidenciales y posteriormente la actividad de los mandatarios mexicanos desde Adolfo Ruíz Cortines hasta José López Portillo.

La colección está también compuesta por imágenes de arqueología mexicana y centroamericana, y contiene un amplio estudio sobre los grupos étnicos de nuestras regiones.

Por si fuera poco, ofrece estampas de los viajes que Héctor García realizó a China, Europa, Medio Oriente, Estados Unidos y América Latina.

María García confesó que a un año de la muerte de su esposo, extraña todos los días la alegría y las ganas de vivir que Héctor mantuvo hasta sus última horas.