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Como un emprendimiento local nació, en Isla de Pascua, Vainativa, un agua de lluvia que guarda misterios desde su creación y tiene más historia que el mero negocio de recopilar agua de lluvia y venderlas en botellas plásticas.

En este misterioso lugar, ubicado en el oceáno Pacífico a tres mil 700 kilómetros de distancia del continente americano, llueve casi todo el año y las formaciones rocosas de origen volcánico operan como un filtro natural.

Por su ubicación, en el corazón de la Polinesia, Isla de Pascua cuenta con un ecosistema envidiable que en cada lluvia recibe las precipitaciones más vírgenes del mundo. Esto, explica, en gran medida, porque es considerada por muchos como el último paraíso terrestre.

En una iniciativa pionera en Chile, que según su propia creadora, Reina Vaiteka Pont Icka, el producto “nace como una herencia en un sueño, donde muchas veces hablé con mi abuelo, quien me comentó cómo nuestros antepasados se abastecían de agua”.

“Soy la reina del agua que gira en un ciclo eterno de fertilidad, soy la Reina Vaiteka, y en la cueva de Vaiteka es donde se junta el agua y antiguamente se recogía directamente el agua más pura del mundo, a esa cueva marchaban mis antepasados para su abastecimiento de agua”, señaló.

Una enigmática forma de presentar el producto que se suma a la serie de misterios que la gente que visita Isla de Pascua puede encontrar.

La producción es completamente artesanal. “Todo se hace a mano, el embotellado, tapado, etiquetado, sellado, todo eso contribuye con el cuidado y la protección del medio ambiente, por eso su venta, también, es para un público que aprecia esta labor”, detalló.

“Nuestro ecosistema es único en el mundo, el agua del ombligo del mundo, Vainativa, es y será una de las mejores aguas planeta, la más pura y también nuestro trabajo, nuestro amor por él”, añadió.

Asimismo, sostuvo que “el agua es armonizada con humildes canciones y buenos deseos que canto antes de ser entregada al mundo, necesitamos agua Vainativa. El cielo es el mejor de los filtros”.

Para Vaiteka esta agua envasada proveniente de las lluvias “es un producto único en el mundo, un producto gourmet respetuoso con su entorno y con el planeta”.

En relación a la aceptación de la población, comentó que “cada vez que veo Vainativa y veo como mi pueblo me apoya es una alegría tremenda que me atrevo a compartir con todos, pero también es una preocupación y una gran responsabilidad”.

“Mi pueblo y la gente me apoya mucho, nuestro producto tiene muy buena aceptación y eso es una alegría tenemos que traspasar que tenemos que compartir, por ahora estamos presentes 100 por ciento en la isla”, afirmó.

Por otra parte, la creadora de Vainativa, el agua recogida de la lluvia que cae en medio del océano Pacífico y filtrada naturalmente, aseguró que responde a pedidos de todas partes del mundo y realiza los envíos a donde sea que se le requiera.