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Veterinarios y conservacionistas están preocupados por el deterioro significativo de la salud de Sudán, el último rinoceronte blanco del norte macho en el mundo, debido a una infección profunda en su pierna trasera derecha.

Sudán es uno de los tres rinocerontes blancos del norte que sobreviven sobre la Tierra y el único macho de la especie, tiene 45 años y vive en la reserva Oj Pejeta en la localidad de Laikipia, en Kenia, pero "su futuro no se ve brillante", informaron este jueves sus cuidadores.

La salud de este mamífero se ha deteriorado significativamente después de que desarrolló una infección secundaria y mucho más profunda en su pierna posterior derecha, por debajo de la inicial, a pesar de que ésta ha sido tratada y había respondido bien a los medicamentos.

"A finales de 2017, Sudán desarrolló una infección relacionada con la edad en la pierna derecha trasera. Fue evaluado de inmediato por un equipo de veterinarios de todo el mundo y respondió bien al tratamiento, sanando rápidamente", señaló la reserva Oj Pejeta en un comunicado.

El rinoceronte reanudó sus hábitos normales de movimiento y alimentación durante enero y hasta mediados de febrero, su comportamiento y actividad general mejoraba, pero a partir de entonces su salud se ha visto mermada, refirió.

"Estamos muy preocupados por él, es extremadamente viejo para un rinoceronte, pues éstos viven generalmente entre 30 y 40 años, y no queremos que sufra innecesariamente", agregó la declaración.

Los cuidadores de Sudán lo han visto arrastrarse hacia la senilidad, tratando de no pensar en lo que le espera al último macho de los rinocerontes blancos del norte, de acuerdo con reportes del periódico keniano Daily Nation.

Suni, uno de los últimos tres restantes machos blancos del norte, murió en octubre de 2014 a la edad de 34 años, y unos meses más tarde, el otro perdió la vida en un zoológico de la ciudad estadunidense de San Diego.

Aún existen dos hembras de esta especie de rinoceronte, lo cual refuerza su estatus de estar en peligro de extinción, a pesar de los esfuerzos de científicos por desarrollar técnicas reproductivas, incluida la fertilización in vitro, que permitan la implantación de óvulos fecundados con esperma congelado de los machos.