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Italia se negó hoy a aceptar cualquier decisión que surja de la Cumbre Europea, que concluirá mañana viernes aquí, hasta que los líderes europeos

acepten sus exigencias sobre control de la migración.

Los jefes de gobierno y de Estado de los 28 países miembros de la Unión Europea (UE) han analizado en la jornada temas como seguridad y defensa, agenda digital y cómo responder a las medidas comerciales de Estados Unidos.

“Dado que un país miembro ha reservado su posición al total de conclusiones (incluyendo la migración, que será abordada después de la cena), no se ha adoptado ninguna conclusión hasta el momento”, informó el portavoz del Consejo Europeo, Preben Aamann.

La situación es tan complicada que el Consejo decidió cancelar la rueda de prensa prevista para el fin del primer día de trabajos ante la falta de anuncios.

De acuerdo con fuentes diplomáticas, Italia exige que se incluya en las conclusiones de la cumbre el concepto de solidaridad en materia de inmigración.

También quiere que sus socios reconozcan claramente que “llegar (los inmigrantes) a Italia es llegar a Europa”.

“He recibido muchas manifestaciones de solidaridad. Esperamos que esas palabras se transformen en actos", afirmó el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, al inicio de la cumbre.

"Italia ya no necesita señales verbales, de afirmaciones, sino de actos concretos. Este es el momento de elección para (los demás países de la UE). De mi parte, estoy dispuesto a aceptar las consecuencias”, agregó Conte.

La discusión no será fácil, ya que los países del Este de Europa, con Hungría al frente, siguen rechazando formar parte de cualquier esquema de reparto de migrantes e insisten en poner énfasis en el refuerzo de las fronteras externas.

En una pausa de la reunión, el primer ministro finlandés, Juha Sipilä, alertó a los periodistas de que esta será una “larga noche” en la sede del Consejo Europeo.