gdf precio-gasW

La diputada del PRD en la Asamblea Legislativa, Rebeca Peralta León, denunció que el precio del Gas Licuado de Petróleo (Gas Lp) –que es utilizado en la mayoría de los hogares del país, incluida la Ciudad de México-, registró un incremento del 18.42 por ciento en los últimos 11 meses del 2017 en comparación a los precios establecidos a partir del mes de enero pasado cuando se liberó el costo de los energéticos.



“Debemos exigir al gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto, que frene la voracidad del grupo gasero, toda vez que el aumento paulatino del gas LP representa un golpe severo para la economía de los capitalinos”, afirmó la vicepresidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF.

La legisladora por Iztapalapa señaló que para el mes de noviembre se tiene que pagar 19.02 pesos por kilo del gas cuando al arrancar el año el costo era de 15.50 pesos por kilo, es decir un incremento de 3.52 pesos por kilo, tomando como base el cilindro de 20 kilogramos.

“El incremento en el costo lo podemos apreciar en todos los camiones repartidores de Gas LP que portan una cartulina en donde se establecen los precios que tienen que pagar los habitantes de la Ciudad de México durante el mes de noviembre de 2017 al momento de comprar el tanque”, agregó.

El cilindro de 10 kilos tiene un precio de 190.20 pesos; el de 20 kilos de 380.40 pesos; el de 30 kilos, 570.60 pesos; mientras que el de 45 kilos tiene un precio de 855.90 pesos.

Cuando arrancó la liberación de los precios del combustible, en enero de 2017, las familias destinaban 310 pesos para la compra de un tanque de 20 kilos, lo que representa que en este caso el aumento fue de 70.40 pesos de enero a noviembre del presente año, añadió.

La diputada Peralta León recordó que más de 70 millones de mexicanos, que viven en 31.8 millones de hogares de acuerdo al INEGI, utilizan el gas LP en sus necesidades diarias sea para calentar el agua para bañarse, para preparar sus alimentos o para secar la ropa.
“Los capitalinos hemos venido observando un aumento paulatino de los costos del gas en el transcurso del año, por lo que podemos decir que la liberación de los combustibles fue una decisión desafortunada del gobierno federal, que una vez más perjudica a las familias mexicanas, mientras que los distribuidores del combustible incrementan sus utilidades y su riqueza”, anotó.