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México debe reforzar su papel como defensor de las causas de este sector que enfrenta invisibilidad, plantea titular de la CNDH, por lo que el presidente de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, diputado Luis Fernando Mesta Soule (PAN), afirmó que no se debe aplazar la armonización legislativa de los derechos de las personas con discapacidad en todos los estados, pues se debe garantizar la inclusión sustantiva de esta población.

 Puntualizó que la meta es ofrecer, a esta población, un país donde pueden desarrollarse de manera plena, libre de barreras físicas y sociales y se les garantice el ejercicio de sus derechos y libertades fundamentales, que conlleve al goce de una vida autónoma e independiente.

Por lo que enfatizó que el gran reto es sentar las bases para que niñas y niños, hombres y mujeres, así como personas mayores que viven con una discapacidad y enfrentan limitantes en su accesibilidad, atención, movilidad y lastimosamente son víctimas de discriminación, vean reconocidos sus derechos en la legislación y atendidas sus demandas para poder realizar una vida plena.

Al inaugurar la “Reunión de Parlamentarios Locales para la Armonización Legislativa de los Derechos de las Personas con Discapacidad”, subrayó, se deben identificar plenamente las recomendaciones del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU y sumar voluntades y compromisos que “nos hagan vivir en un país que actúa por la sociedad”.

Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, reconoció que, en México, la igualdad, inclusión y el respeto hacia las personas con discapacidad, lamentablemente continúan siendo asignaturas pendientes.

Recordó que México fue quien propuso la creación de la Convención Internacional sobre los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad –aprobada por la ONU, el 13 de diciembre de 2006-, por lo cual debe reforzar su papel como promotor y defensor de las causas de esta población y generar avances concretos en la observancia y vigencia de sus derechos.

El desafío, dijo, es acabar con prejuicios y estereotipos que, en razón de la discapacidad de una persona, le nieguen o reduzcan sus posibilidades de vida y desarrollo. “La discapacidad no debe significar una barrera infranqueable que condicione y limite las opciones de vida de las personas, ni algo que genere exclusión y discriminación entre la sociedad por prejuicios y creencias infundadas”.