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Para el senador Luis Sánchez Jiménez, el retiro de Leonardo Curzio de su espacio radiofónico, muestra la debilidad de la legislación en materia de Libertad de Expresión y del  Derecho de las Audiencias, por lo que llamó a revisar la normatividad en la materia para fortalecer la democracia en México, que se ve severamente afectada por la ausencia de voces críticas en la radio.

Sánchez Jiménez consideró que no hay quien defienda a las audiencias ante la presión de políticos a concesionarios y de éstos a periodistas y analistas críticos; la figura del Defensor de las Audiencias en México es sólo una figura decorativa.

Lo estipulado en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, deja en manos de los concesionarios de radiodifusión o de televisión, expedir Códigos de Ética y seguir lineamientos con el objeto de proteger los derechos de las audiencias (Artículo 256), sólo hay autorregulación, acotó Luis Sánchez Jiménez.

El coordinador de los senadores del PRD aseveró que los derechos de las audiencias no pueden ser defendidos de manera efectiva únicamente por la buena voluntad de los concesionarios.

Para Luis Sánchez, que el periodista y comunicador Leonardo Curzio haya renunciado antes que ceder y cumplir con despedir a dos de sus colaboradores, refleja su actitud ética y profesional a toda prueba, pero también muestra la debilidad de la democracia mexicana ante el poder de la política y del dinero.

Sánchez Jiménez citó la última edición de Leonardo Curzio en Enfoque de Radio Mil tras 17 años.

Ahí el periodista fue claro: “queridos amigos, reporteros, corresponsales, analistas, son un gran equipo”, en su despedida precisó “me voy por mi propia voluntad, me pidieron la cabeza de dos colaboradores y no estuve de acuerdo con ellos. Hasta siempre”.

Luis Sánchez explicó que entre los colaboradores de la mesa de análisis de Curzio se ubican María Amparo Casar y Ricardo Raphael, que recientemente criticaron en forma seria la propuesta de disminución de representación proporcional en el Congreso de la Unión por parte del PRI a través de Enrique Ochoa.

Luis Sánchez advierte, que la salida del espacio público de Leonardo Curzio y sus colaboradores María Amparo Casar y Ricardo Raphael, deja en evidencia la presión real del poder político sobre los medios de comunicación concesionados y éstos, a su vez, la que ejercen sobre los periodistas y comunicadores.

Todo lo anterior es ajeno a la democracia y se aleja de la libertad editorial que debe prevalecer al interior de los medios de comunicación, aseveró el senador mexiquense.

Luis Sánchez recordó el artículo 259 de la citada Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión que establece en su primer párrafo que: “Los concesionarios que presten servicio de radiodifusión deberán contar con una defensoría de audiencia, que podrá ser del mismo concesionario, conjunta entre varios concesionarios o a través de organismos de representación. El defensor de la audiencia será el responsable de recibir, documentar, procesar y dar seguimiento a las observaciones, quejas, sugerencias, peticiones o señalamientos de las personas que componen la audiencia”.

Tras lo acontecido con Leonardo Curzio, sus colaboradores, sus opiniones y su salida del aire,  es obvio que esto no sirve y está muy limitado, dijo Luis Sánchez.

En este sentido, Luis Sánchez convocó a corregir el modelo de Defensor de las Audiencias, porque así como está, “sólo juega un papel decorativo, sin fuerza”.

Luis Sánchez agregó: “debe existir otro modelo que permita que un conjunto de defensores ciudadanos de las audiencias actúen con plena independencia de los entes concesionados y de las autoridades gubernamentales, a fin de actuar en casos como el de Leonardo Curzio, cuya renuncia forzada por presiones externas afecta la libre expresión”.

Por último dijo que este tipo de hechos reducen la oferta plural, crítica y diversa que debe imperar en una sociedad que aspira a ser plenamente democrática como es la mexicana