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Momentos de angustia, desesperación y muerte vivieron cientos de personas que transitaban a bordo de sus autos, y los que habitaban en el kilometro 14 de la autopista México-Pachuca, en Xalostoc, estado de México, tras el impacto explosión de dos tanques salchichas de gas.

Mientras algunas personas corrían para diferentes direcciones para ponerse a salvo de las llamas que envolvías las casas habitación, los autos que pasaban por el lugar, otras gritaban desesperadas pidiendo auxilio.

Intenso fue el tiempo que se les hizo a los lesionados, a la gente atrapada por las llamas. A gritos pedían que llegara la ayuda. Algunos si lograron sobrevivir, 23 de las víctimas quedaron envueltas por las llamas que alcanzaron una altura de los 25 metros.

Poco después arribaron al lugar socorristas de la Cruz Roa, del ERUM. Los cuerpos de seguridad del Estado de México, el Ejercito Mexicano, y cientos de personas, quienes se dieron a la tarea de ayudar a la gente atrapada en sus autos o en sus domicilios.

Bomberos de las diferentes estaciones del Estado de México, Distrito Federal y apoyados con Protección Civil, se dieron a la tarea de apagar las llamas que devoraron autos y casas.

Los sobrevivientes, lesionados y algunos con quemaduras en el cuerpo, no querían separarse del lugar, buscaban desesperados a sus familiares, no sabían que destino les había reparado tras la explosión.

Familias completas observaban atónitas como en unos segundos su patrimonio que habían obtenido en años y con mucho esfuerzo y sacrificio, era devorado por las llamas.

Las víctimas desconocidas, a quienes no les importaba que la gente supiera sus nombres, solo esperaban ansiosas, rogándole al todo poderoso que su familiar estuviera vivo.

Aquí en donde la unidad de gas se impacto, ninguna persona logró salir con vida. También su vivienda quedo destruida.

Ahora solo esperan que las autoridades de Ecatepec, el Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, y el mismo presidente de México, Enrique Peña Nieto, les ayuden, como se comprometieron en sus declaraciones y no solo hayan hablado para quedar bien ante la sociedad. (Edmundo Olivares Alcalá)