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Estudiantes de ingeniería agroindustrial, maestría y doctorado de ingeniería de biosistemas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), campus Amazcala,

desarrollaron BAFER, un biofertilizante de acción prolongada, con base en microoganismos encapsulados, que permite el desarrollo de las plantas, enriquece las propiedades del suelo y combate agentes patógenos para los cultivos.

El proyecto está liderado por la estudiante de la maestría en ciencias en ingeniería de biosistemas Betsie Martínez Cano; los alumnos de ingeniería agroindustrial Adriana Montserrat García Pérez y Juan Antonio Álvarez Sinecio, así como Axel Escamilla García, del doctorado en Ingeniería de biosistemas, todos ellos con la asesoría del investigador de la UAQ Genaro Martín Soto Zarazúa.

El estudiante Juan Antonio Álvarez Sinecio subrayó que este proyecto surgió como parte del trabajo de investigación que se lleva a cabo en el campus Amazcala de la UAQ para ofrecer soluciones sustentables en materia agrícola.

“El crecimiento poblacional y sus necesidades de alimentación han provocado que en el país se utilicen cada vez más fertilizantes y pesticidas fabricados con químicos derivados del petróleo, que en exceso dañan las propiedades de la tierra y disminuyen la producción agrícola. Además, los pesticidas no solo dañan a los organismos patógenos, sino también a especies benéficas para el ser humano, como las abejas”.
Betsie Martínez Cano explicó que esta propuesta de biofertilizante, desarrollado tras un proceso de investigación, se compone de microorganismos ya identificados como benéficos para la tierra, los cultivos y medio ambiente, que están inmovilizados en cápsulas de alginato de sodio (Na), un biopolímero biodegradable, no tóxico, que actualmente se utiliza en alimentos.
“Los microorganismos junto con el alginato de sodio los ponemos en hidrogel, que almacena agua, lo que permite reducir su uso durante el riego. Estos microorganismos desarrollan diferentes actividades: captan el nitrógeno (N) de la atmósfera y lo fijan en la tierra; son promotores de crecimiento de las plantas porque liberan ciertos compuestos que las benefician —una especie de abono— y son antipatogénicos, ya que algunas bacterias que usamos inhiben el desarrollo de agentes que pueden afectar las plantas. Con todo esto se disminuye el uso de pesticidas y fertilizantes provenientes del petróleo, además de generar un ahorro de agua”.
Indicó que el biofertilizante BAFER se ha utilizado en cultivos de jitomate (Solanum lycopersicum), chile (Capsicum annuum), acelga (Beta vulgaris subsp. vulgaris) y lechuga (Lactuca sativa) en el campus Amazcala, donde se ha observado que los microorganismos promueven un crecimiento aceptable de las plantas, adquieren más fuerza y aumenta en ellas el proceso de fotosíntesis.
El estudiante del doctorado en ingeniería de biosistemas de la UAQ, campus Amazcala, Axel Escamilla García, señaló que la aplicación de este producto es directamente en los cultivos y que no se requieren grandes cantidades debido a que, por el alginato de sodio, las cápsulas son de liberación prolongada.
“Al aplicar el biofertilizante, cada una de las plantas va satisfaciendo sus propios requerimientos. Estamos buscando opciones de financiamiento, vamos a integrarlas en un kit para las diferentes etapas del crecimiento del cultivo donde se aplican, una planta piloto para su fabricación, además de que buscaremos la generación de la patente. Por ello, este producto está participando en el Premio Santander a la Innovación Empresarial 2018”.