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                   MILES DE VECES HEMOS ESCUCHADO LOS GRITOS DE: “SIN MAÍZ, NO HAY PAÍS” y es cierto, el hambre es tan mala consejera que las revoluciones y las lealtades empiezan en el estómago ,y así, los mexicanos, tenemos clara conciencia

de que el maíz se convierte en plato, tortilla, taco, cuchara y PAZ SOCIAL

Y para confirmar esto hay que recordar que en MÉXICO “SE CONSUMEN MIL MILLONES DE TORTILLAS CADA DÍA” TAL COMO LO MUESTRA EN UNA MAGNÍFICA ENTREVISTA Patricia Carrasco en el diario La prensa, del día once de julio de 2018, con Víctor Manuel Villalobos Arámbula, quien será el próximo secretario dela SAGARPA, QUE EXPLICA QUE: “Los mexicanos estuvimos acostumbrados a comer tortillas nixtamal izadas, alimento que se producía barato y que era fuente de calcio, sin afectar los bolsillos del consumidor…. se debe regresar a ese tipo de tortilla, con más nutrientes, pero ahora, sería con un mercado diferente… tendremos que revisar la calidad, ya que hay maíces que tienen mayor contenido nutricional, pero se cultivan pocas hectáreas, hay que promover el uso de esos maíces, en la búsqueda de una tortilla más nutritiva” y, por supuesto, alentar la producción con la utilización del maíz criollo y, para este enorme esfuerzo nacional, para recuperar la autosuficiencia alimenticia en las familias del campo y de la ciudad, se requerirán promotores, y sobre todo, ingenieros agrónomos, pero de verdad, no de esos burócratas de banco y de banquillo que no saben “dar un paso fuera del pavimento”.

En la educación se tendría que volver al esquema del maestro rural que sabía de técnicas y de promociones en la agricultura y ganadería, en talleres, y arraigarlos por medio de proporcionarles, además de sueldos y capacitación permanente, de la casa del maestro con su parcela escolar que les sirva para implementar los programas y para la autosuficiencia alimentaria de su familia. Desde hace muchos años a los maestros se les ha utilizado solamente como cooperantes económicos de los dirigentes sindicales y como “carne de votación” y manipulación por medio del sindicato nacional más importante del país: El SNTE, y se nos ha olvidado que los maestros eran, antes que nada, los agentes del cambio social, económico y político en el país, con ideales e ideología nacionalista y popular, que les permitía tener una enorme conciencia y autoridad moral entre sus comunidades. En la actualidad, todavía hay maestros jubilados que recuerdan su paso por esas casas del maestro, de sus cursos de actualización en tiempos de “vacaciones” y de la producción que sacaban en las parcelas escolares que les permitían llevar mejor alimentación a sus familias, y mostrar, con el ejemplo, lo que se proponía para que se fortaleciera la producción regional. Un maestro subía de acuerdo a su comportamiento y a su capacidad a los niveles de educación y de administración en las escuelas, y se evaluaban por el resultado de sus alumnos y no por las grillas y las transas como siguen haciendo hoy los dirigentes del charrismo sindical y los de la famoso oposición, que se convirtieron en una mala copia del charrismo y de la imposición.

Sin duda, se tendrá que enfrentar, el nuevo gobierno, contra los coyotes y especuladores de alimentos y las grandes empresas como con el señor “maseco” que se han enriquecido con el alimento del pueblo sin devolverle nada a cambio de su gran fortuna, se tendrá que enfrentar con las grandes trasnacionales que buscan controlar las semillas de maíz y los alimentos del pueblo para obligarnos a mantener una sumisión y control por medio de los mismos, en fin, su tarea no es sencilla, sus años, más de cuarenta como investigador, maestro e ingeniero agrónomo, son, sin duda, una garantía, además de su honestidad y valor, pero desde su escritorio, él, sabe que su tarea no es sencilla y que su único bastión es la fuerza moral de AMLO y del cariño y la esperanza que tienen los pobres del país para avanzar en su cambio y mejoramiento de vida. Chapingo, ha sido un gran bastión de cuadros con valor civil y conciencia popular y no hay duda que los programas como la “revolución verde”, permeó en algunos ingenieros, de tal forma que se convirtieron en comparsas de los gringos, y ellos fueron, hay que decirlo, los principales agentes para destruir los maíces criollos para dar paso a esa dependencia alimentaria por parte de los gringos en contra de los intereses del pueblo mexicano. Así que no solamente bastan las buenas intenciones que normalmente pavimentan el camino a los Infiernos, se tendrá que recuperar el valor y la ideología, y transformar las palabras en acciones, y que la voluntad de los profesionistas educados gracias a los recursos aportados por el pueblo mexicano, entiendan que todo les debemos a los jodidos, y si bien la educación nos permite mejores condiciones de vida, también, debemos enfocar nuestra vocación y trabajo en su apoyo.

         Sin duda, hay mucho entusiasmo por el “cambio”, se habla mucho, como en cada sexenio, de las buenas intenciones, y estamos en un tiempo donde debemos entender que AMLO ha dejado la política económica en manos de los empresarios que le rodean, y él, encabezará las acciones políticas de movilización popular con programas como el de las tortillas y el maíz, porque está consciente de que, sin maíz, no hay país, y que los alimentos forman parte de la garantía de la PAZ SOCIAL… así que, a darle, que es mole de olla…