Dentro de seis meses México habrá de despedir el sexenio más sangriento y violento a manos del crimen organizado en la historia, que no solo violentó al país sino que, a fuerza de asesinatos de candidatos (110 y contando), ha marcado de sangre el proceso electoral,

metiendo las manos en la ya de por sí cuestionada democracia mexicana.

El presidente Peña Nieto estará entregando la banda presidencial a su sucesor y el que llegue a ser, recibirá un país con las cifras de homicidios más altas en la historia moderna de México y con un desmedido número de cloacas desbordando su propia corrupción a todos niveles, Odebrecht, La Estafa maestra, La Casa Blanca y al menos 23 estados saqueados por sus gobernadores cegados por la avaricia, sin que su gobierno moviera un dedo para impedirlo o prevenirlo.

Sin olvidar temas más sensibles, como los desaparecidos, 21 mil 286 desde que el inicio del sexenio, el 1 de diciembre de 2012.

Pese a esto, que no lo es todo, después de 5 años y medio de gobierno, Peña Nieto insiste en ver el vaso medio lleno y se molesta porque los mexicanos no lo vemos igual.

En los últimos meses, pese a admitir que en la asignatura de la seguridad hay mucho por hacer, condenó a la sociedad civil que todo ven mal y reprochó el hacer bullying y crítica sobre el trabajo de las instituciones de seguridad y procuración de justicia.

“Nos auto flagelamos”, ha dicho, pero la realidad supera a las buenas intenciones y no hay más que voltear a Jalisco, Tamaulipas, Guerrero, Guanajuato, por mencionar solo algunos de los estados lacerados y asolados por el crimen organizado, huachicoleros, balaceras, homicidios dolosos, inseguridad y violencia.

La última muestra se vivió este martes en Cd. Guzmán, Jalisco, cuando manifestantes sin el más mínimo respeto a las fuerzas armadas, agarraron a palos a varios elementos de la marina, exigiendo la salida de la Semar del estado.

Agresión que condenó el presidente por todo lo que representan nuestras fuerzas armadas, condena que debe ir acompañada de acción ante la terrible crisis de inseguridad y violencia en la que deja el país

¿Qué visión de país tiene el presidente Peña? porque estas son, sin duda, algunos de los rubros que tienen hoy a su partido el PRI y a su candidato, contra las cuerdas y con el voto de castigo oscilando sobre su cabeza

  

Lo que pase con Meade en esta elección, no será más que el Reflejo de la Presidencia de Peña Nieto.

Este primero de julio cambiaremos de mando, pero… ¿cambiaremos de rumbo?

 

@ramirezpaco   @MeganoticiasTVC