Déjeme decirle que la Reforma fiscal solo quedará en una Reforma miscelánea, un apretón de tuercas, que se presentará en septiembre próximo como parte del Paquete Económico para 2022.

 López Obrador se ha propuesto algo aparentemente imposible: aumentar la recaudación en México sin una mayor carga impositiva.

Contrario a lo que aconsejan los expertos financieros respecto a subir el IVA o el ISR, el Gobierno ha decidido apostar por el combate a la evasión y la elusión en aras de recaudar lo suficiente para enfrentar los gastos.

Un dato que ayuda a entender este problema es que los impuestos a los ingresos y ganancias equivalen en nuestro país al 7 por ciento del Producto Interno Bruto, PIB, mientras que el promedio en las naciones de la OCDE es del 11.5 por ciento

Apretarán pues a un sector privado que ha logrado en muchas ocasiones eludir impuestos sí, porque las propias leyes lo permiten, elusiones argumentadas, aprovechando los vacíos de la propia ley

Con esta fórmula: Tasas efectivas de ISR a grandes contribuyentes, combate a la evasión fiscal y aumento de la formalidad, la Secretaría de Hacienda tiene calculado captar 200 mil millones de pesos extra a lo esperado en 2022.

Sin duda recursos atractivos pero que difícilmente zanjarán el gran problema económico al que nos enfrentamos.

200 mmdp que servirán de muy poco considerando que de entrada el gobierno federal tendrá que hacer frente al pago de amortizaciones de la deuda millonaria de Pemex, que tan solo en 2022 representarán pagos por 10 mil millones de dólares.

También el próximo año se incrementará en 15% el monto de las pensiones a los adultos mayores lo que representará una erogación por 177 mmdp, así que calculemos ¿Para que servirán esos 200 mmdp?

Muchos son los recursos que se necesitan y para realmente lograrlos se hace urgente e indispensable plantear una gran reforma hacendaria que nos involucre a todos o estaríamos condenando al país al subdesarrollo.

Iniciar una reforma hacendaria de gran calado que le garantice al pasar de los años, un incremento en la captación tributaria de al menos 10 puntos porcentuales en relación al PIB, con la miscelánea en camino solo alcanzaríamos el 1%.

Una reforma hacendaria tal vez con una mayor carga impositiva, impuestos a las herencias, a las grandes fortunas o cargas extraordinarias a las grandes utilidades y ajustando el gasto sobre asuntos no prioritarios, y redefiniendo planes de política social

De no hacerlo, muy pronto resultará urgente buscar nuevas fuentes de ingresos para sostener todo este aparato financiero, más los servicios de salud, educación y seguridad.

Invertir los recursos de manera clara y eficiente, sin corrupción, sin desperdicios, con rendición de cuentas y la participación ¡de todos!

Clave en todo esto es que la economía crezca, compromiso ineludible

Las necesidades son muy anchas y la cobija corta.
@ramirezpaco