En estos tiempos de cierta turbulencia política y, al mismo tiempo, de confinamiento obligado por la pandemia que fustiga al mundo, no viene nada mal la lectura de Sostiene Pereira (1994), una novela que al tiempo que refrenda valores como la solidaridad, la dignidad y la ética profesional, entre algunos otros

más, también se ha dado a conocer en el ámbito literario como una de las obras más representativas de Antonio Tabucchi, tanto por su calidad como por su aceptación en el gusto de amplios sectores del público lector a nivel internacional.

A más de dos décadas de su creación, Sostiene Pereira y su personaje central —un hombre solitario, viudo, ya entrado en años y con problemas de sobrepeso— que, being periodista de un diario en Lisboa, en los últimos años se dedica a editar un suplemento cultural durante la dictadura de Salazar en Portugal, allá por los años en que el nazismo alemán y el fascismo italiano se extendían por todo Europa. Con este entorno político de fondo, la narración transcurre con agilidad y atrapa el interés del lector que poco a poco se va adentrando en una historia aderezada con elementos discursivos filosóficos, literarios y psicológicos que encaminan al protagonista estelar hacia un final que sorprende por la valentía y el coraje que el personaje demuestra, y que va en contrasentido a su trayectoria de vida.

El título de la novela, Sostiene Pereira, me parece que obedece a la intención del autor por resaltar el carácter "testimonio" de la narración en voz de su actor protagónico. Este recurso literario se reitera a lo largo de la obra como un pilar discursivo que contribuye a imprimirle fuerza al personaje protagónico. Asimismo, la reiteración del verbo "sostiene", se emplea para avanzar en una historia contada como si fuera una declaración ministerial de hechos sucedidos en un pasado reciente y no en el presente en el que transcurre la narración. 

De cualquier modo, con esta novela Tabucchi, escritor italiano de nacimiento y portugués de corazón, alcanzó un éxito editorial de tales dimensiones que le abrieron la puerta del mercado cinematográfico, pues al año siguiente de su publicación fue llevada a la pantalla cinematográfica con una de sus últimas interpretaciones del reconocido actor italiano Marcelo Mastroianni en el papel de Pereira, dirigido por Roberto Faenza, en una producción de Elda Ferri. En el ámbito literario, por esta novela Tabucchi fue galardonado con el premio Campiello, entre otras distinciones.

Antonio Tabucchi murió en 2012. Además de novelista fue reconocido como el mejor divulgador y conocedor de la obra del poeta portugués Fernando Pessoa. Con manifiestas inquietudes políticas, también dedicó buena parte de su tiempo a la docencia universitaria y la defensa de colegas suyos, escritores perseguidos por sus ideas, pero más por sus palabras. Visitó México en al menos dos ocasiones, en 1999, cuando recibió una medalla de honor de manos de Cuauhtémoc Cárdenas, entonces jefe de gobierno del Distrito Federal; y en 2004, cuando en la ciudad de Monterrey ofreció la conferencia titulada Itinerario personal. 

Por último, va una atenta invitación a nuestro público lector para que se acerque a la obra literaria de Antonio Tabucchi, y empezar con Sostiene Pereira es una muy buena elección.