La historia pública de Andrés Manuel López Beltrán —“Andy” el junior principal del obradorismoel heredero del

nombre y el legado de AMLOsecretario de Organización de Morena desde septiembre de 2024— se ha contado siempre entre sombras: operador del gobierno de su padre, supuestamente de perfil bajo, no da entrevistaspero es activo en redes sociales,donde ha cometido graves errores que la gente le ha cobrado con centenares de trending topics que lo menos de que lo acusan es de junior, vago y de tener relación con el crimen organizado.

Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, llegó a la segunda línea del poder partidista sin haber ocupado cargos públicos y, de paso, sin estar formalmente afiliado a Morena hasta su nombramiento (sí, leyó bien) el nepotismo que Andrés Manuel López Obrador y su partido todos dicen condenar, pero todos siguen al pie de la letra, para muestra la familia de los Batres, las Alcalde, y el propio hijito del ex- presidente que si bien llegó a MORENA como la versión nueva y recargada del padre, se desinflo por completo antes de pasar un año con su total fracaso electoral en Durango a donde se fué a operar jurando que por llamarse igual que el padre iba a obtener resultados mágicos y oh sorpresa, que le ponen una patiza de historia el PRI y el PANaún con su probada incompetencia… perdón inexperiencia, el puesto en el que quedo en el partido del padre, lo coloca al mando del padrón, la vida interna y la logística electoral de Morena.  

Antes de eso, su nombre circuló en la hechura silenciosa del movimiento: haciendo tratos y mediaciones incómodas y jugando a la política con sus cuates con un descaro infame, primero colocó a algunos de sus amiguitos que hasta el día de hoy ocupan curules o secretarías y cuenta la leyenda, que después se dedico a gestionar que su gente cercana, amigos y empresarios, obtuvieran por arte de magia contratos multimillonarios y se enriquecieraabsurdamente a expensas del presupuesto justamente en las inútiles obras faraónicas de su padre, sobretodo en el tren Maya y en la Refinería de 2 bocas, gracias a la opacidad que reino en contratos sin licitación durante todo el sexenio  y aunque periodistas y empresarios denunciaron hasta el cansancio estos malos manejos, López Obrador jamás ordenó una investigación y no hizo mas que defender a sus tres hijitos, mejor conocidos como los “Trivagos” que extrañamente también se hicieron multimillonarios.

Así como las historias de sus “emprendimientos” se multiplicaban, que si balastro, el huachicol y demas actividades imputadas, la narrativa de los hermanos López en lo empresarial, decía que eran los dueños de una pequeña chocolatería Finca Rocío “del árbol a la barra” levantada sobre tierras heredadas en Tabasco, y que participaban también en Vinos Cósmicos, un emprendimiento familiar convertido en marca, tienda en el Centro Histórico y símbolo de una identidad austera, artesanal, de casa. Muy 4T.

Y mientras todo estaba pasando en tiempo record en México, la Reforma Judicial, la negociación por los aranceles de Trump y la orden de aprehensión contra el Secretario de Seguridad de Adán Augusto López en su época de Gobernador de Tabasco, su más cercano colaborador,Hernán Bermudez, así las cosas y sin reparo ni responsabiloidad,Andy López Beltrán se ausenta del Consejo Nacional de Morena, porque estaba muy agotado después de su extenuante agenda… y se va de vacaciones a Japón. 

A partir de ahí, versiones sobre aviones privados y hoteles de lujo alimentaron la hoguera. La Sedena negó el jet; él respondió con una carta: vuelo comercial, escala en Seattle, hotel de 7,500 pesos “baratón”, viaje pagado con su dinero y denuncia de “espionaje” de adversarios. La explicación que buscaba cerrar el capítulo; indigno a la sociedad mexicana, porque el problema no era el ticket aéreo, ni los gastos, ni Prada, sino la congruencia.  

La reacción en el oficialismo fue un coro de contención: “Viajar no es delito”, se repitió. Pero el subtexto dañino quedó expuesto: ¿qué pasa cuando la vida privada de los dirigentes contradice el ethos de “justa medianía” que se exige al resto? Hasta la presidenta del partido, Luisa María Alcalde, tuvo que pedir que dejaran de exhibir opulencia —ropa cara, destinos exclusivos— porque se mina el discurso que los llevó al poder. Y desde Palacio se repitió la advertencia: “el poder se ejerce con humildad”.  

En efecto tomar vacaciones no es un pecado. Pero sí lo es, en términos de capital simbólico, negarle a la ciudadanía la coherencia con lo que se predica cada mañana. El hijo del presidente que supuestamente abolió los privilegios, no puede actuar como influencer autocomplaciente y luego pedir comprensión al pueblo que vive con el salario mínimo. Menos aún si ocupa la silla que define la musculatura territorial de su partido y si está enfrentando tanto su partido como él mismo, múltiples acusaciones de corrupción, un poquito de… -buen juicio- le habría ahorrado el volverse a echar encima a la opinión pública, pero la impunidad y el descaro desubican y el primogenito de López siente que no le debe cuentas a nadie.

La carta de Andy —agresiva y a la defensivaancló en las redes, donde le gusta comunicarse,una conclusión incómoda: si la 4T pierde su narrativa de sobriedad, de pobreza franciscana…pierde su ventaja moral. Y esa es una grieta que ni el mejor operador puede tapar con chocolates.

Alejandra Del Río

@alejandra05 @aledelrio1111

Presidenta de PR Lab México, Catarte y Art Now México, ha escrito columnas sobre política, arte y sociales en muchos de los medios más reconocidos del país, particularmente en el Heraldo de México, El Punto Crítico y en el Digitallpost. Ha participado en numerosos proyectos de radio a lo largo de 20 años, hoy además dirige el podcast Fifty and Fabulous en Spotify.