París, 22 de mayo 2022.- La renovación de Kylian Mbappé debe llevar al París Saint-Germain a una nueva dimensión, la que ha impuesto el

delantero francés como condición para rechazar la oferta del Real Madrid y seguir tres años más en Francia.

El club debe cambiar toda su estructura deportiva y pocos de los actuales rostros actuales de la entidad, con excepción del presidente, Nasser Al-Khelaifi, tienen asegurada su continuidad en la entidad.

Esa es la promesa que recibió de Catar, propietaria del club, Mbappé para proseguir, crear una nueva estructura con la que poder lograr su objetivo, llevar a Francia la Liga de Campeones.

La primera víctima de la nueva era es el director deportivo, el brasileño Leonardo, que muchos medios dan ya por despedido, aunque el club no lo ha comunicado de forma oficial.

Según L'Équipe, el exfutbolista recibió anoche la noticia, poco después de la goleada de su equipo al Metz (5-0) que puso la guinda a una noche festiva en París, que celebró por todo lo alto la renovación de su estrella.
Leonardo no ha mantenido en ningún momento buenas relaciones con la familia Mbappé y la recta final de la renovación ha recaído directamente en Al-Khelaifi.

Para ocuparse de la parcela deportiva suena con fuerza el nombre del portugués Luis Campos, el hombre que convenció al delantero francés en 2015 de fichar por el Mónaco.

Desde entonces, Campos, muy bregado en el fútbol francés, donde ha pasado por varios equipos, entre ellos el Lille campeón de Francia el año pasado, ha mantenido una relación muy estrecha con Mbappé y su familia.

Su llegada se interpretaría como un gesto hacia el jugador y un primer paso en el cambio de órbita que se opera en interno.
El siguiente sería el banquillo, donde se da por descontada la salida del argentino Mauricio Pochettino, una decisión que no tiene tanto que ver con la renovación de Mbappé como con la sensación de que no ha cumplido sus objetivos.

El fin de Pochetinno

El extécnico del Tottenham está sentenciado desde que cayó en octavos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid, aunque ya antes había dudas sobre su continuidad, por su incapacidad de dotar de una identidad ganadora a la constelación de estrellas que tenía en sus manos.

Entre los posibles sustitutos, Doha apostaba por Zinedine Zidane, pero el extécnico del Madrid no parece dispuesto a llegar, lo que ha abierto el baile de nombres.
El alemán Joaquim Low es una de las pistas, pero inquieta su corta experiencia en clubes. También suena el brasileño Thiago Motta, que jugó en el club y en las últimas horas se han sumado dos nombres, el seleccionador de Bélgica, el español Roberto Martínez, del que se duda que quiera dejar su puesto a pocos meses para el Mundial, y el actual técnico del Niza, Christophe Galtier.

El siguiente paso será renovar la plantilla, que tendrá que respaldar a Mbappé.

Se anuncia la salida de muchos de los actuales jugadores y la llegada de refuerzos en todas las líneas.

El primero en hacer las maletas ha sido el argentino Ángel di María, que anoche disputó su último partido y que reconoció que el club no ha querido dar continuidad al año de contrato opcional que le restaba.