RAYÁN, 28 de noviembre de 2022: La primera experiencia de Francia con una antigua colonia en un partido de la Copa

Mundial terminó de forma amarga cuando, como defensora del título, se enfrentó a una encendida Senegal en el primer partido del torneo de 2002 y sufrió una derrota por 1-0 que precipitó su eliminación en la primera ronda.

Las expectativas para el encuentro del miércoles con Túnez, en su último partido de la fase de grupos en Qatar, son muy diferentes, ya que el poderoso equipo francés está clasificado para los octavos de final y se espera que gane sin dificultades al equipo africano, pero probablemente habrá cierta tensión adicional en la contienda, nacida de los vínculos coloniales entre ambos países.

Diez de los integrantes de la selección tunecina de este Mundial han nacido en Francia y algunos de ellos fueron internacionales juveniles con Francia antes de cambiar de país.

Otros dos han vivido en Francia desde muy jóvenes y también tienen doble nacionalidad.

El experimentado delantero tunecino Wahbi Khazri nació en la isla francesa de Córcega y pertenece al Montpellier, club de la Ligue 1.

"Quería estar en el grupo de Francia antes del sorteo. Es un sueño hecho realidad", dijo Khazri a la prensa el martes.

"Trato de representar a Túnez en Francia cada fin de semana haciendo un buen papel y también me gusta representar a Córcega, porque nací allí. Llevo muchas banderas sobre mis hombros, es bonito. Soy 100% tunecino, 100% francés y 100% corso. No tengo ninguna vergüenza al respecto", añadió.

Sin embargo, la actitud relajada de Khazri ante el partido en el estadio de la Ciudad de la Educación no es la norma, ya que los enfrentamientos pasados han sido un foro para que las comunidades de inmigrantes marginados de Francia desahoguen sus frustraciones.

En Francia viven unos 700.000 tunecinos, y el amistoso de 2008 entre Túnez y Francia en París fue presenciado por muchos de ellos, que silbaron cuando sonó el himno francés y abuchearon cada toque de balón del suplente de Francia Hatem Ben Arfa, de ascendencia tunecina.

Esto provocó una airada reacción del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que convocó a la Federación Francesa de Fútbol a una reunión y exigió que no se celebraran más partidos en suelo francés contra las selecciones nacionales de las antiguas colonias del norte de África.

El Gobierno también insistió en que los futuros partidos debían suspenderse si se abucheaba el himno nacional.

"Es un insulto para Francia, es un insulto para los jugadores de la selección francesa, no debe tolerarse", dijo entonces el primer ministro François Fillon.

El equipo de Túnez en este Mundial se ha beneficiado del apasionado apoyo de sus compatriotas residentes en Qatar y se espera que sometan a Francia a un recibimiento hostil en el partido, que los norteafricanos deben ganar para tener posibilidades de evitar la eliminación.