dep1

El COI, que a estas alturas de la XXXI Olimpiada debería estar centrado en la compleja organización de los Juegos de Río 2016, ha visto cómo crecían en los últimos meses los problemas en algunos miembros de la familia olímpica -FIFA, IAAF, comité mexicano-, a los que deberá prestar atención en la Comisión Ejecutiva que comenzará este martes en Lausana (Suiza).

Las dimisiones, detenciones y acusaciones a miembros de la FIFA por presunta corrupción y la sacudida que han sufrido las estructuras de la IAAF tras el informe AMA sobre dopaje en Rusia dejan en un difícil papel a dos federaciones de peso en el COI, en cuya asamblea hay decenas de miembros vinculados al fútbol o al atletismo.

Con la federación rusa suspendida, esta aún en el aire la participación de los atletas de ese país en los Juegos de Río, un asunto sobre el que el COI tiene la última palabra.

Los miembros de la Comisión Ejecutiva, liderados por el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, deben analizar esta semana también qué hacer con el Comité Olímpico Mexicano (COM), tras considerar que varias de las federaciones que lo integran han sufrido injerencia gubernamental.

El Gobierno de México, por su parte, alude a que hay federaciones que hacen mal uso de las subvenciones recibidas. El COI opina, según explicó a Efe su director adjunto, Pere Miró, que las autoridades públicas tienen derecho a pedir cuentas sobre el dinero que entregan, pero no a intervenir en el funcionamiento interno de las federaciones.

Si el conflicto se extrema puede derivar en una suspensión del COM como medida de protección ante la injerencia, pero los últimos movimientos apuntan a una solución a medio plazo.

El comité organizador de Río 2016 ha acelerado en las últimas semanas la entrega de varias instalaciones ya terminadas y la disputa en ellas de las competiciones de prueba. En este sentido, el COI no parece tener motivo de alarma.

Pero mientras se disipa el temor a que los estadios no estén finalizados a tiempo, aumenta la preocupación por el efecto que puedan tener los nuevos recortes presupuestarios, imprescindibles para cuadrar las cuentas.

Según los últimos datos ofrecidos por los organizadores, hay que rebajar los gastos en unos 520 millones de dólares para que el presupuesto total de 1.900 millones no se desequilibre.

Las ceremonias o el transporte, al igual que ciertos suministros como el aire acondicionado en la Villa Olímpica, son capítulos que pueden verse afectados, pero es el COI el que debe aprobar unos mínimos de calidad en los servicios.

La posibilidad de que se abra un juicio político para la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, decisión que está en manos de la Cámara de Diputados brasileña, no ha sido tampoco una alegría para los responsables olímpicos, que tienen en Rousseff a una interlocutora ya conocida y cercana para ellos.

Tokio 2020 también presentará un informe ante la Ejecutiva del COI y es posible que pida autorización para un enésimo cambio de sede respecto a lo aprobado en los planes iniciales. Esta vez está pendiente el ciclismo en pista, con la posibilidad de trasladarlo a un velódromo ya construido en Izu, a 150 kms. de la capital. La UCI no es partidaria, pero una vez más el COIdecidirá.

Tokio asegura que con los cambios de sede ya aprobados podrá ahorrarse unos 890 millones de dólares.

La Agenda 2020, el programa de reformas emprendido por el COI con el objetivo de aumentar la credibilidad, la transparencia y la sostenibilidad del olimpismo, será sometida al habitual repaso. El primer proceso de elección de una sede bajo las nuevas reglas, el de los Juegos de 2024, acaba de sufrir el golpe de la eliminación de una de las principales candidatas, Hamburgo (Alemania), tras la negativa expresada por sus habitantes en un referéndum. Una falta de entusiasmo en el país del presidente que puede llevar al COI a adoptar nuevas medidas para hacer su producto más atractivo.

Los Ángeles, París, Roma y Budapest son las únicas ciudades que quedan en liza por la sede de 2024, que se elegirá en septiembre de 2017 en Lima.

La Ejecutiva del COI comenzará sus reuniones en su sede de Lausana este martes y las concluirá el jueves, con una conferencia de prensa de Thomas Bach.