A la mayoría de la sociedad sorprendió el movimiento extremo realizado desde la Presidencia de la República al mover a una de sus mejores piezas que ha representado el brazo fuerte del régimen de la mal llamada Cuarta Transformación.

Esto, por la sorprendente separación del Doctor Santiago Nieto Castillo como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, mejor conocido como el Zar Antilavado.

Y es qué haciendo una retrospectiva, desde que comenzó el actual gobierno, Santiago Nieto se caracterizó por cumplir a cabalidad y sin cuestionar las decisiones del Presidente de la República para investigar a todos los que fueran necesarios sobre sus posibles actos indebidos y relacionándolos con temas de lavado de dinero.

La autoridad y poder que en su caso pudiera haber obtenido Santiago Nieto con el cargo de Zar Antilavado se vio derrumbado por la injustificada crítica de su boda con la actual consejera del Instituto Nacional Electoral, Carla Astrid Humphrey Jordan.

El sábado pasado, el entonces titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y la consejera del INE, contrajeron matrimonio en el Hotel Santo Domingo, de la Ciudad de Antigua en Guatemala.

Dicha boda causó diversas polémicas por el lugar y la forma en la que se llevó a cabo el evento nupcial, tanto que alcanzó a la entonces Secretaría de Turismo de la Ciudad de México, quien fue separada de su cargo por supuestamente a ver viajado para la boda en un avión privado.

Pero en realidad a quien realmente perjudicará la separación del doctor Santiago Nieto Castillo de la Unidad de Inteligencia Financiera, pues su sustituto será Pablo Gómez Álvarez.

La pregunta es: ¿si el sustituto de Santiago Nieto estará dispuesto a cumplir a cabalidad con las instrucciones presidenciales?

Lo cierto es que, tendremos que analizar y preguntarnos si la verdadera salida del ex Zar Antilavado obedece a la muy criticada boda con la consejera del INE o en realidad esa fue una cortina de humo para ocultar la verdadera razón de su salida de la Unidad de Inteligencia Financiera.

Valdría la pena analizar, que ante la cercanía que tenía el titular del Ejecutivo Federal con Santiago Nieto debió haber tenido conocimiento de manera previa sobre la forma en la que se celebraría dicha boda y quienes eran los invitados; por lo que, de no haber estado de acuerdo con la forma en la que se celebraría el evento debió haberle advertido sobre la consecuencia de llevarla a cabo.
Aunque debo aclarar que cualquier persona puede y tiene derecho a celebrar su boda donde y cuando le parezca, siempre y cuando sea con recursos lícitos, y eso no creo que haya sido el problema.

Más bien, hace pensar que, aunque el ejecutivo federal sabía de dicha boda, ya que un evento así no se prepara de la noche a la mañana, esta fue utilizada como cacería de brujas para deshacerse de las personas que ya no servían a los propósitos de la 4T, habrá que ver que camino sigue Santiago Nieto.

Esto más que ser un incidente de un evento social, es un ejemplo de que aún cuando se presuma que alguien esta en el poder si no es parte de la transformación -sea quien sea, amigo o enemigo- será demolido por el poder gubernamental.