El Gobierno del Distrito Federal falla en su obligación primaria y tal vez la más importante y única que aprecian y demandan los ciudadanos, proporcionar seguridad a la sociedad en su integridad física y sus bienes muebles, sin ésta ninguna otra actividad se puede desarrollar en forma óptima en la ciudad capital.

Luego del penoso caso de los 12 jóvenes secuestrados en el antro de mala muerte conocido como “After Heaven”, en la llamada Zona Rosa, en las calles de Lancaster, el jefe del GDF, Miguel Ángel Mancera Espinosa, han negado sistemáticamente, una y otra vez y hasta el cansancio, que la ciudad haya sido penetrada por los carteles de la droga.

De acuerdo estadísticas de la Secretaría de Educación Pública, del Instituto Nacional de Psquiatría y de la Procuraduría General de la República, en la ciudad de México se consumen mensualmente cuatro toneladas de estupefacientes. Los adictos capitalinos prefieren la cocaína, mariguana e inhalantes; entre ellos, el “chemo”, de éstos solamente hay 10 mil en la delegación Álvaro Obregón.

Ante tal panorama de crisis social, son bienvenidos dos hechos registrados en días anteriores: Por un lado, el Instituto para la Atención y

Ahora que el ex mejor alcalde del mundo, Marcelo Ebrard, dejo la titularidad del GDF, han salido a flote una serie de corruptelas registradas en la administración del motejado como el “Lula, mexicano”, principalmente la venta de la vía pública, como si la ciudad hubiera pertenecido a este ex salinista, ex priísta, ex del Centro Democrático, ex del PVEM, y ahora flamante perredista.

El PRD y varios de sus diputados locales y federales, además de cuatro jefes delegacionales, siguen pataleando por la entrada de algunos programas sociales federales en la ciudad. Tenemos que los perredistas exigen que el gobierno de Enrique Peña Nieto explique a la sociedad en forma detallada cuál es el alcance de éstos y que al mismo tiempo se “trasparenten y auditen y no se dupliquen”.

Víctor Méndez Marta
La implementación del “Programa Sin Hambre” que el Gobierno Federal pretende implementar en cuatro delegaciones político-administrativas de la ciudad de México, ha sido objeto de rudas críticas y hasta descalificaciones, por parte de las autoridades del Gobierno del Distrito Federal y de los diputados en la ALDF y en la Cámara de Diputados.