El traumatólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco,

Sergio Froylán Santiago Garnica, estimó que la incidencia de la espina bífida en México es de un caso por cada mil nacidos vivos, sin distinción de género.

El especialista resaltó que México es el segundo país a nivel mundial con más número de casos en esta alteración caracterizada por la falta de cierre de la columna vertebral, dejando expuestas las terminaciones de la médula espinal.
"Esta anomalía se gesta desde que el embrión se encuentra en el vientre de la madre hasta que nace. La variante más grave y frecuente de espina bífida es el miolemeningocele en donde se forma un quiste que contiene raíces nerviosas provenientes de la médula espinal", dijo.
Aseguró que la causa principal de espina bífida es la deficiencia de ácido fólico en la mujer, así como diabetes gestacional y exposición a altas temperaturas durante el embarazo, ya sea por fiebres extremas o por someterse a baños de vapor o con agua muy caliente.
Indicó que la espina bífida es detectable a través de estudios de ultrasonido que se realizan a la paciente gestante en el control prenatal, en donde se puede observar en el feto una protuberancia o hernia a nivel de la espalda baja, zona que suele desarrollar por cierto una mayor vellosidad.
"Lo ideal es detectarlo desde esta etapa, dado que si la cirugía conocida como plastía de miolemeningocele se lleva a cabo entre las 24 y 48 horas después del nacimiento, los resultados sueles ser más exitosos", resaltó.
Explicó que la operación consiste en cerrar adecuadamente la columna vertebral y para resguardar las terminaciones de la médula espinal, la cual se realiza en los servicios de neurocirugía.
Posteriormente se deben atender las secuelas que deja la espina bífida tales como incontinencia vesical, parálisis motora y falta de sensibilidad a nivel del sistema nervioso.
La problemática, dijo el experto, debe resolverse lo más pronto posible dado que puede generar una pérdida total de la movilidad de extremidades en el niño generando discapacidad irreversible.
La manera de prevenir el desarrollo de espina bífida es consumir ácido fólico durante todo el embarazo y si es posible antes del proceso de gestación, refirió el experto.