Bajo el título de “American Rescue Plan” (Plan de Rescate Estadounidense), la propuesta cumpliría con el objetivo de Biden de haber aplicado 100 millones de vacunas en sus primeros 100 días de gobierno, al tiempo que lograría avances para alcanzar su meta de reabrir la mayoría de las escuelas para la primavera. En forma paralela, Biden prevé entregar otra ronda de ayuda para estabilizar la economía mientras las autoridades de salud pública tratan de controlar la pandemia.
 
Unos 20.000 millones de dólares estarían asignados a un enfoque más disciplinado en la vacunación, sumándose a los 8.000 millones ya aprobados por el Congreso. Biden ha propuesto instalar centros de vacunación masiva y enviar unidades móviles a zonas de difícil acceso.
 
Con ese fin, Biden anunció el viernes el nombramiento del exjefe de la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) David Kessler como jefe científico de la campaña de vacunación. Kessler ha actuado como copresidente de la junta asesora de Biden sobre la pandemia de coronavirus. Pediatra y abogado, ha destacado la necesidad de responder a los temores públicos sobre la seguridad de la vacuna. La confianza en el proceso examinador de la FDA es crucial para acelerar la campaña de vacunación de millones de personas. “Sé que lo que acabo de describir no es barato, pero simplemente no podemos darnos el lujo de no hacer lo que estoy proponiendo”, dijo Biden en un discurso a la nación. “Si ahora invertimos de manera audaz, inteligente y con un enfoque inquebrantable en los trabajadores y las familias estadounidenses, fortaleceremos nuestra economía, disminuiremos la desigualdad y pondremos las finanzas a largo plazo de nuestra nación en el camino más sostenible”.
 
Su plan incluye cheques de 1.400 dólares para la mayoría de los estadounidenses que, sumados a los 600 dólares proporcionados en el proyecto de ley más reciente sobre el coronavirus, elevaría el total a los 2.000 dólares que Biden ha pedido. También extendería un impulso temporal en los subsidios por desempleo y una moratoria en los desalojos y las ejecuciones hipotecarias hasta septiembre.
Y va de acuerdo con objetivos demócratas a largo plazo como aumentar el salario mínimo a 15 dólares la hora, ampliar la licencia con goce de sueldo para los trabajadores e incrementar los créditos fiscales a las familias con niños. Este último punto facilitaría que las mujeres regresen a trabajar, lo que a su vez ayudaría a la economía a recuperarse.
 
Sin embargo, las perspectivas políticas para que la propuesta sea aprobada son inciertas.
 
En un comunicado conjunto, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, elogiaron a Biden por incluir prioridades liberales, señalando que se movilizarían rápidamente para aprobar la iniciativa. Pero los demócratas tienen márgenes estrechos en ambas cámaras del Congreso, y los republicanos se opondrán a cuestiones que van desde aumentar el salario mínimo hasta proporcionar más dinero a los estados, al tiempo que exigirán que se incluyan sus prioridades, como una protección de responsabilidad civil para las empresas.