entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, y afirmó que "el terrorismo y la guerra" no solucionan nada.

 "Sigo con aprehensión y dolor lo que está ocurriendo en Israel", declaró tras la oración del Ángelus desde la plaza de San Pedro del Vaticano. "Expreso mi cercanía a las familias de las víctimas".

"Que cesen los ataques y las armas, por favor", dijo ante los fieles congregados. "El terrorismo y la guerra no llevan a ninguna solución, sino sólo a la muerte y el sufrimiento de tantos inocentes", aseguró.

"La guerra es una derrota. Toda guerra es una derrota. Recemos para que haya paz en Israel y en Palestina", concluyó el sumo pontífice, que se abstuvo de hacer una referencia específica a la Franja de Gaza o a Hamás, que el sábado en invadió Israel y llevó a que se declarara una guerra, como dijo el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.