rusas sobre un ataque con drones contra la residencia de Vladimir Putin. Sibiga señaló que el Kremlin no ha presentado pruebas plausibles y calificó los señalamientos como una estrategia de desinformación.

 También lamentó las condenas del supuesto ataque por parte de Emiratos Árabes Unidos, India y Pakistán. "Reacciones como estas ante las afirmaciones manipuladoras e infundadas de Rusia solo sirven a la propaganda rusa y animan a Moscú a cometer más atrocidades y mentiras", añadió, y consideró que "socavan el proceso de paz constructivo que actualmente avanza".
El Kremlin "endurecerá" su postura negociadora
Rusia acusó el lunes a Ucrania de haber atacado de madrugada con 91 drones una residencia oficial de Putin situada la región de Novgorod, entre Moscú y San Petersburgo. Más tarde, el Kremlin informó de una conversación telefónica entre Putin y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la que el líder ruso le comunicó lo ocurrido a Trump y adelantó que el ataque de Kiev no se quedaría sin respuesta.
El Kremlin aseguró hoy que su postura en las negociaciones sobre el conflicto en Ucrania sufriría un "endurecimiento" como consecuencia del supuesto ataque, al tiempo que rechazó dar pruebas, como pide Ucrania, porque todos los drones "fueron derribados".
"No creo que deba haber pruebas si se lleva a cabo un ataque con drones tan masivo que, gracias al trabajo bien coordinado del sistema de defensa aérea, fueron derribados", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y dijo que en todo caso habría que preguntar al Ministerio de Defensa si hay posibles restos. Al ser preguntado cómo endurecerá la postura rusa, Peskov replicó que al igual que la posición negociadora anterior, esto "no se hará público".