La explosión ha derrumbado parcialmente el edificio, situado en la zona oeste de Bagdad. Los equipos de rescate buscan entre los escombros a posibles víctimas, por lo que las autoridades no dan por definitiva la cifra de fallecidos.

Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de este ataque. La red de Al Qaeda en Irak ha incrementado sus atentados suicidas desde principios de año, en un aparente intento por provocar nuevos enfrentamientos entre musulmanes chiíes y suníes.

El pasado lunes, más de una treintena de personas murieron tras una serie de atentados registrados en distintas ciudades, a menos de una semana de que el país celebre elecciones provinciales. Estos comicios están considerados precisamente una prueba clave de la situación de Irak y de su estabilidad.