Se trata de la pena máxima a la que podía ser condenado y es idéntica a la pronunciada en primera instancia, en diciembre de 2011. La alemana Christa Frolich, ausente y juzgada por uno de estos atentados, fue absuelta, como en 2011.

La abogada Isabelle Coutant-Peyre anunció que seguramente se recurrirá la sentencia y denunció una condena pronunciada "sin la sombra de una prueba".

Carlos está encarcelado en Francia desde su detención en Sudán por la policía francesa, en agosto de 1994, y purga ya una pena de prisión perpetua a la que fue condenado en 1997 por el asesinato de tres hombres en París en 1975.