La zona más siniestrada es la isla de Bohol, donde se localizó el epicentro del sismo y donde se han registrado la mayoría de las víctimas -159 muertos, 186 lesionados y 22 desaparecidos-, informó el Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Desastres de Filipinas.

Otras 11 personas fallecieron y 182 resultaron heridas en la provincia de Cebú, mientras en Siquijor se reportó un muerto y tres heridos y en Negros Oriental y Iloilo otros dos lesionados, indicó la dependencia, citada por la agencia filipina de noticias PNA.

Además, alrededor de dos mil viviendas resultaron dañadas, 605 de las cuales quedaron totalmente destruidas tras el terremoto, que también causó daños en puentes, carreteras, hospitales, comisarias, colegios y varios monumentos, incluidas 17 iglesias históricas.

Según el Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas, desde que ocurrió el terremoto la mañana del martes se han registrado mil 213 réplicas, la mayoría de baja intensidad, aunque señaló que en las últimas horas hubo un temblor de 5.5 grados Richter en Bohol.

Las autoridades han declarado el estado de calamidad en las provincias de Bohol, Cebú y Siquijor, donde el Ejército ya colabora en las tareas de rescate y ayuda a los afectados con personal, siete helicópteros y tres aviones de carga.

Uno de los aviones ha transportado a Bohol más de 11 toneladas de suministros de emergencia y se prevén otros cinco o seis vuelos de este tipo en los próximos días.

El presidente de Filipinas, Beningno Aquino, visitó la víspera las zonas afectadas para conocer de cerca la situación y brindar asistencia.

Filipinas se asienta sobre el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos siete mil temblores al año, la mayoría moderados.