Todos los atentados fueron cometidos con vehículos cargados de explosivos, que se encontraban estacionados cerca de zonas comerciales y estaciones de autobuses, reportó la policía iraquí.

Cuatro coches bomba fueron detonados de manera simultánea en diferentes áreas en la ciudad de Hillah, capital de la provincia de Babel, a uno 95 kilómetros al sur de Bagdad, matando por lo menos a 35 personas e hiriendo a 49.

En las afueras de Hillah, de mayoría chiíta, en la aldea de Musayyib, un vehículo cargado de explosivos mató a cinco civiles e hirió a 13.

En Bayaa, también en el sur de Bagdad, otros tres coches bomba explotaron cobrándose la vida de cinco personas y causando 24 lesionados.

En Bagdad, un civil perdió la vida y 16 sufrieron heridas al detonar tres vehículos cargados con explosivos en diferentes áreas de la capital.

En otro ataque, 13 soldados iraquíes murieron en un enfrentamiento con combatientes sunitas en Fallujah, en la provincia de Anbar.

Estos atentados se producen un día después de 23 personas murieron y 93 resultaron heridas en una serie de atentados contra dos mercados y un restaurante en la capital iraquí.

Irak vive últimamente una escalada de la violencia sectaria originada por el conflicto entre sunitas y chiítas, que ha causado al menos 470 muertos este mes y más de mil 450 desde el inicio del año, según cifras de fuentes de seguridad y médicas iraquíes.

La violencia en Irak aumentó drásticamente desde comienzos de 2013, algo que los analistas atribuyen principalmente al agravamiento de la disputa entre el jefe de gobierno chiita Nuri al Maliki y los partidos sunitas.