corregir problemas de coordinación en su gobierno, y en particular aseguró protección para las familias de las amenazas de demandas judiciales en el caso de que traten de pagar un rescate, incluso si el Gobierno se opone al pago.

“Ha habido momentos en nuestro gobierno, más allá de las buenas intenciones, en los que las decepcionamos. Les prometí que podemos actuar mejor”, dijo Obama, luego de recibir a familiares de rehenes en la Casa Blanca.

 

“Estas familias ya han sufrido demasiado, jamás deberían sentirse ignoradas o amenazadas por su propio gobierno”, afirmó Obama, refiriéndose a la falta de coordinación entre organismos federales y la lentitud burocrática.

El presidente de EE. UU. señaló que los familiares de los casi 80 estadounidenses que fueron tomados como rehenes desde el 11 de setiembre del 2001 enfrentan “una constante pesadilla que los demás no podemos imaginar”.

La madre de James Foley, periodista decapitado en agosto del 2014 por el grupo Estado Islámico, denunció en términos duros la actitud del Gobierno al afirmar que su familia en particular había sido amenazada con demandas judiciales, si seguía intentando pagar un rescate.

Al presentar una serie de medidas administrativas, la Casa Blanca insistió en que la política de “no hacer concesiones” no significaba “no comunicación” con los secuestradores. “El propio Gobierno estadounidense puede comunicarse con los secuestradores, sus intermediarios, los Gobiernos involucrados y las comunidades locales para intentar la liberación de los rehenes”, señaló la presidencia.

Interrogada sobre el flujo de esa información y sobre el impacto de un acuerdo tácito del Gobierno a las familias que quieren pagar un rescate, Lisa Monaco, asesora de Obama, se mostró evasiva y se limitó a destacar que el Gobierno de EE. UU. “no facilitaría el pago de rescates”.

Obama anunció la creación de un grupo integrado por profesionales del FBI, de los departamentos de Defensa y de Estado y de los servicios de inteligencia, para seguir los casos de secuestro y mantener comunicación con las familias, el Congreso y los medios.