Al comparecer ante la Comisión de Gobernación del Senado, en el marco de la Glosa del Segundo Informe de Gobierno, Sánchez Cordero aseguró que no comparte la decisión de construir el muro fronterizo en el territorio, bajo la excusa de controlar el fenómeno migratorio.

Recordó que la migración internacional, en particular el año anterior, adquirió gran relevancia, e indicó que el flujo migratorio, que alcanzó un volumen no visto en muchos años, provocó una seria tensión entre los gobiernos de México y Estados Unidos.

En ese sentido, mencionó que "la Casa Blanca sumó la amenaza de imponer a México sanciones arancelarias", aunque México y EE. UU. comprometieron el 7 de junio de 2019 acciones para reducir el flujo que llega a la frontera común.

En el marco de esos acuerdos, continuó la funcionaria, las autoridades mexicanas se comprometieron a ordenar y regularizar el paso de migrantes por la frontera sur.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha insistido en la necesidad de levantar un muro en la frontera común que divide a EE. UU. y México, para detener la migración y reforzar la seguridad.

Además, afirmó en reiteradas ocasiones que la construcción será pagada por los mexicanos, lo que ha provocado diferencias entre ambos gobiernos.