Florida se convirtió en el estado más reciente en unirse a la acción, y anunció el viernes que enviaría 50 oficiales de policía a Texas. El gobernador Ron DeSantis declaró que “la crisis de seguridad fronteriza en Estados Unidos impacta a todos los estados y a todos los estadounidenses”.

Líderes republicanos en Idaho, Iowa y Nebraska también han dicho que enviarán oficiales para ayudar a los funcionarios fronterizos en medio de un aumento en la migración. Hubo 180,034 cruces fronterizos en mayo, la cantidad más grande en dos décadas, según la información de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.

Pete Ricketts, gobernador de Nebraska, mencionó que el estado enviará alrededor de 25 policías estatales para ayudar al departamento de Seguridad Pública de Texas hasta por 16 días.

Se espera que Iowa envíe de 25 a 30 oficiales a Texas por un par de semanas. La gobernadora Kim Reynolds declaró que enviarían apoyo, pues “el aumento de drogas, tráfico humano y crimen violento se ha vuelto insostenible”.

Brad Little, gobernador de Idaho, anunció previamente este mes que su estado ayudaría a Texas y Arizona a reforzar sus fronteras con México, pero no dio detalles de cuántos oficiales serían asignados a la misión.

“El estado de Idaho apoya orgullosamente a nuestros compatriotas estadounidenses a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México y haremos lo que se pueda para proteger al pueblo estadounidense —idahoneses— contra las consecuencias dañinas de la inacción de la administración Biden-Harris”, dijo Little en un comunicado de prensa.

Arizona y Texas enviaron una carta conjunta a los gobernadores de los otros 48 estados el 10 de junio, pidiéndoles que envíen autoridades y recursos adicionales para ayudar a reforzar su frontera sur.

Ambos estados ya han desplegado miembros de sus Guardias Nacionales para apoyarse, pero comentaron que se necesitaba más ayuda para responder al aumento en la migración y “las amenazas que conlleva a la propiedad privada y la seguridad de nuestros ciudadanos”.

“Dado el número abrumador de violaciones a la ley que ocurren ahora en Texas y Arizona, se necesita más personal de cualquier estado que pueda brindarlo”, decía la carta.

Carolina del Sur supuestamente envió 300 policías estatales a la frontera sur, según The Post and Courier. El gobernador Henry McMaster al principio envió los oficiales durante la administración del expresidente Donald Trump para ayudar en la falta de personal de las autoridades federales.

Newsweek contactó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza para que comentase sobre los estados que envían sus propios oficiales a la frontera sur, pero no recibió respuesta antes de esta publicación.