la Estatua de la Libertad en Nueva York para exigir a Israel un alto el fuego y el fin de "los bombardeos genocidas de civiles palestinos en Gaza", luego del ataque del grupo terrorista Hamás en territorio israelí el pasado 7 de octubre.

 Vestidos con camisetas negras con el eslogan "los judíos piden un alto el fuego ya" o "no en nuestro nombre", decenas de jóvenes desplegaron pancartas con mensajes como "todo el mundo está mirando" y "los palestinos deberían estar libres" al pie del pedestal del emblemático monumento símbolo de Nueva York.

"Las famosas palabras de nuestra antepasada judía (la poeta estadounidense del siglo XIX) Emma Lazarus grabados en este monumento nos obligan a actuar para apoyar a los palestinos de Gaza que aspiran a vivir libres", declaró en un comunicado Jay Saper, de la organización Jewish Voice for Peace (JVP) (Voces Judías por la Paz).

Por su parte, un boletín del grupo Institute for Middle East Understanding (Imeu) exige "el fin de los bombardeos genocidas de civiles palestinos de Gaza por Israel".

"Mientras el pueblo de Gaza grite, nosotros debemos gritar más fuerte, sean cuales sean los intentos que se hagan para silenciarnos", exclamó la fotógrafa estadounidense Nancy Goldin, también en presencia de representantes electos locales de Nueva York, algunos de ellos de izquierda.

::: Manifestación a favor y en contra :::

La megalópolis estadounidense, emblema de la inmigración y el multiculturalismo, lleva un mes sacudida por manifestaciones proisraelíes y propalestinas.

Nueva York, hogar de unos dos millones de judíos y cientos de miles de musulmanes, ha escapado por el momento a la violencia, pero las tensiones son palpables, sobre todo en campus universitarios como el de Columbia.

Un sector muy izquierdista de la juventud judía estadounidense -la inmensa mayoría de la cual vota al Partido Demócrata- se levanta contra Israel, al que acusa de perpetrar un "genocidio" contra los palestinos de Gaza, y denuncia el apoyo militar y diplomático del presidente Joe Biden al Estado judío.

Las organizaciones propalestinas también son muy activas y casi a diario organizan protestas en diferentes puntos de la ciudad para pedir el fin de los bombardeos israelís, que se han cobrado más de 10.000 muertos, entre ellos muchos niños, desde el 7 de octubre, cuando el movimiento islamista palestino Hamás irrumpió en Israel matando a más de 1.400 personas, la mayoría civiles, y secuestrando a 240 personas, entre ellas bebés y ancianos.