"A los dirigentes presentes (en la cumbre del G20, que empieza este jueves en San Petersburgo), a cada uno de ellos, hago un llamamiento desde el fondo de mi corazón para que ayuden a encontrar las vías para superar las posiciones de conflicto y para que abandonen el vano afán de una solución militar", dijo el papa en su carta dirigida a Putin en calidad de presidente del G20.

El mismo día, el equivalente del ministro de Relaciones Exteriores del papa, el francés Dominique Mamberti, junto a altos responsables de la secretaría de Estado (gobierno) convocaron a los 71 embajadores ante la Santa Sede para explicarles la determinación del Vaticano de oponerse a cualquier tipo de solución militar en Siria.

Estados Unidos y Francia estudian la posibilidad de una acción militar de castigo por el ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto contra la población civil supuestamente ordenado por el régimen del presidente Bashar al Asad.

Francisco condenó el pasado domingo con firmeza el uso de armas químicas pero rechazó al mismo tiempo cualquier tipo de intervención militar extranjera.