Miles de autotransportistas, agricultores, ganaderos, estudiantes y otros manifestantes protestaron hoy en toda Italia contra el gobierno del primer ministro, Enrico Letta.

La policía reportó los mayores desórdenes en la septentrional ciudad de Turín, donde al menos 14 personas resultaron heridas cuando las fuerzas del orden repelieron a los manifestantes, que tomaron por la fuerza el palacio de gobierno regional.

La llamada "protesta de los bielgos" se extendió por todo el país y también hubo enfrentamientos en las ciudades de Bolonia, Milán, Roma, Nápoles, Génova y Palermo.

En la capital fueron arrestadas al menos 11 personas por lanzar petardos contra la sede del gobierno de la central región del Lazio.

Los manifestantes bloquearon estaciones ferroviarias y carreteras, además de que atacaron las sedes de Equitalia, la oficina de recaudación fiscal, en varias ciudades.

La protesta fue inicialmente convocada por un movimiento de agricultores y pastores que en 2012 se manifestó en Sicilia, pero recibió la adhesión de los autotransportistas, estudiantes y simples ciudadanos, que pidieron la renuncia del Ejecutivo y un referéndum para la abolición del euro, la moneda única.

Mariano Ferro, uno de los líderes del movimiento, dijo a los medios que existía el riesgo de infiltración de grupos de ultraderecha o ultraizquierda.

También aplaudió la acción de varios agentes de la policía en Turín, que se quitaron los cascos para demostrar su apoyo a los manifestantes.

"Las protestas son legítimas si se respeta la ley. Nosotros impediremos que sea violada la ley y haremos valer la fuerza del Estado", advirtió el ministro del Interior, Angelino Alfano.

Pero Danilo Calvani, otro de los líderes del movimiento, anunció que en caso de que el próximo miércoles el gobierno de Letta reciba el voto de confianza del Parlamento, la protesta continuará "hasta que se vaya".

El Ejecutivo será sometido a una votación parlamentaria para verificar si cuenta aún con mayoría para gobernar, luego de que el partido Forza Italia, del ex primer ministro Silvio Berlusconi, le retiró su apoyo.