“Estamos fuertemente en contra de la injerencia de Estados Unidos y otros países en los asuntos internos de Irak, porque creemos que el gobierno iraquí y la autoridad religiosa son capaces de poner fin a la sedición y terminarán con ella, si Dios quiere”, dijo Jamenei.

Jamenei, quien tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, sostuvo que Estados Unidos pretende mantener a Irak bajo su control y colocar sus propios títeres en el poder, informó la agencia iraní de noticias IRNA.

El líder iraní indicó que el actual conflicto en Irak no es sectario, sino entre quienes quieren que Irak esté en el bando de Estados Unidos y quienes aspiran a la independencia del país.

Agregó que Estados Unidos no está satisfecho con el actual proceso político en Irak, en el que hay una amplia participación en las elecciones para elegir a sus representantes, ya que Washington busca mantener a Irak bajo su hegemonía, gobernado por sus secuaces.

En tanto, el presidente iraní, Hasán Rohaní, criticó a los países petroleros de la región por usar su riqueza para financiar a los insurgentes sunitas en Irak, en referencia a Arabia Saudita y Qatar.

Rohaní advirtió que algún día las políticas de Arabia Saudita y Qatar resultarán contraproducentes, porque los militantes se volverán contra ellos.

Irán, de mayoría chiíta al igual que Irak, ha manifestado su disposición de ayudar al gobierno del primer ministro iraquí, Nouri al Maliki, si éste se lo solicita oficialmente, respetando las regulaciones del derecho internacional.

Desde el pasado 9 de junio, cuando lanzaron su ofensiva, los combatientes sunitas han tomado el control de Mosul, de gran parte de la provincia de Nínive (norte), de la ciudad de Tikrit y de otros sectores de las provincias de Saladino (norte), Diyala (este) y Kirkuk (norte).

El jueves pasado, el presidente estadunidense Barack Obama anunció el envío de hasta 300 asesores castrenses a Irak para ayudar a coordinar la lucha contra el rápido avance de los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), aunque descartó el envío de tropas.

Obama dejó abierta la puerta para que Washington realice acciones militares contra “blancos precisos” del EIIL “cuando la situación lo requiera” y en consulta con el Congreso, con quien dijo trabajará para aprobar el envío de equipo adicional a ese gobierno.