papel clave para aumentar la producción de alimentos y satisfacer las necesidades de una creciente población mundial, indicó el director general de la FAO, José Graziano da Silva.

“Al mismo tiempo, muchas familias campesinas, especialmente agricultores de subsistencia, forman parte de ese 70 por ciento de población en situación de inseguridad alimentaria que vive en las zonas rurales”, dijo.

El discurso de Graziano da Silva se dio en la ceremonia anual del Día Mundial de la Alimentación, que se llevó a cabo en Roma, en la sede la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“Los agricultores familiares –añadió- tienen que ser protagonistas de la innovación. Sólo así pueden apropiarse del proceso y asegurarse de que las soluciones que se ofrecen responden a sus necesidades”.

Por su parte, la reina Máxima de los Países Bajos destacó la importancia de la inclusión financiera como herramienta clave para que los agricultores puedan protegerse de los altibajos de ingresos y como componente central en cualquier esfuerzo ambicioso para acabar con el hambre.

“Sabemos a través de la evidencia empírica que cuando se ofrece a los pequeños agricultores cuentas de ahorro, ahorran aún más, invierten más y obtienen como resultado mayores ganancias de la cosecha”, apuntó.

Añadió que sin el arduo trabajo de los agricultores familiares, el éxito de haber sacado a 100 millones de personas del hambre crónica durante la última década no podría haberse logrado.

Mientras que John Kufuor, ex presidente de Ghana, hizo hincapié en la necesidad de mejorar la rentabilidad de las granjas familiares, ayudándoles a pasar de su actual producción de subsistencia a operaciones de tipo empresarial.

Esto, dijo, podría influir en la resiliencia de las comunidades y estimular la creación de empleo y desempeñar un papel clave en la reducción de la pobreza.

“Se ha establecido que el crecimiento del PIB generado por la agricultura es hasta cuatro veces más eficaz para reducir la pobreza que el crecimiento generado por otros sectores”, explicó Kufuor.

Además de acceder a la financiación, destacó la importancia de las reformas institucionales en derechos sobre la tierra y el reconocimiento de los derechos básicos de los agricultores, así como de las políticas gubernamentales integradas de desarrollo rural para ayudar a las explotaciones familiares a alcanzar su máximo potencial.

En su discurso, pronunciado por el arzobispo Luigi Travaglino, el Papa Francisco subrayó la necesidad de reconocer el creciente papel de la familia rural y desarrollar todo su potencial.

“La agricultura familiar es el punto de apoyo sobre el que se sostiene nuestra futura seguridad alimentaria”, aseguró la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Ertharin Cousin.

Señaló también que al establecer una nueva visión sostenible para la agricultura familiar que mejore el suministro de alimentos a nivel mundial y proteja los recursos del planeta, “hay que abordar un problema universal: la desigualdad de género”.

“Acabar con la inequidad de género no sólo es hacer lo correcto, es lo más inteligente”, dijo, destacando la multiplicidad de formas en que la desigualdad de acceso a los insumos agrícolas afecta a las mujeres, obligándoles a “trabajar más duro y más tiempo” con menor resultado.

La ceremonia anual del Día Mundial de la Alimentación conmemora la fecha de creación de la FAO el 16 de octubre de 1945.

En vísperas de este evento, los países acordaron una serie de políticas destinadas a garantizar que las personas de todo el mundo tengan acceso a una alimentación más saludable.

El acuerdo será adoptado en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), que se llevará a cabo en Roma del 19 al 21 noviembre de 2014.