Otros datos no relacionados mostraron que el gasto familiar disminuyó, a pesar de que la disponibilidad de empleos alcanzó un nuevo máximo de 25 años, subrayando la naturaleza frágil de la recuperación económica.

El índice subyacente de precios al consumidor, que incluye a los productos del petróleo pero excluye a los alimentos frescos, cayó un 0,4 por ciento en noviembre respecto al año previo, mostraron datos del Gobierno.

Eso se compara con la estimación promedio del mercado de una baja de un 0,3 por ciento e igualó el ritmo de contracción de octubre.

El índice subyacente de precios al consumidor de Tokio, disponible un mes antes que los datos a nivel nacional, cedió un 0,6 por ciento en diciembre respecto al año previo, más que el retroceso anual de un 0,4 por ciento estimado por analistas consultados por Reuters.

Otras cifras mostraron que la tasa empleos disponibles frente a postulantes subió a 1,41 por desde 1,40 en el mes anterior, igualando la mediana de la estimación del mercado y alcanzando su mayor nivel desde julio de 1991.

No obstante, el gasto familiar bajó un 1,5 por ciento en noviembre respecto del año previo y anotó su noveno mes consecutivo de mermas, lo que sugiere que el lento crecimiento de los salarios ha evitado que los consumidores gasten más.

La economía de Japón registró su tercer trimestre sucesivo de expansión entre julio y septiembre, aunque a un ritmo modesto, debido a que el lento aumento de los sueldos ha lastrado al gasto familiar.

No obstante, las exportaciones y la producción industrial han mostrado signos de vida recientemente, impulsadas por un repunte de la demanda global, lo que ha ofrecido algo de esperanza a los funcionarios del Banco de Japón, que luchan por sacar a la economía de su estancamiento.