La ciudad argumentó en pleitos legales contra Bank of America y Wells Fargo que las condiciones desventajosas de los préstamos llevaron a ejecuciones hipotecarias en cantidad desproporcionada, lo que implicó problemas como la baja de impuestos a la propiedad y al aumento en la demanda de servicios de policía y bomberos.

Un juez de distrito de Estados Unidos había desestimado las quejas, pero el Tribunal Supremo, con una votación de cinco contra tres, se puso de parte de la ciudad el lunes pasado.

La opinión mayoritaria, de acuerdo con el juez Stephen Breyer, es que las quejas de la ciudad están dentro de la "zona de intereses" de la Ley de Equidad de Vivienda.

La ciudad de Miami se vio obligada a cubrir un déficit presupuestario de más de 100 millones de dólares después de la crisis de bienes raíces de 2008, por lo que decidió iniciar el proceso legal contra los bancos.

La decisión del Tribunal Supremo es una victoria parcial para Miami, pero podría abrir la puerta para que más de 19 mil ciudades del país sigan el ejemplo.

El comisionado de Miami, Francis Suárez, criticó este martes a los bancos, porque en algunos casos otorgaron créditos a personas que ganaban ocho dólares la hora y tenían casas de 200 mil dólares.

“La ciudad tiene la capacidad de demandar a estos bancos, y por supuesto sería una oportunidad de recuperar los millones de dólares que perdimos durante la crisis financiera”, señaló Suárez.

Las instituciones bancarias niegan que existiera algun tipo de discriminación.