Para Putin, en otros países como Japón o China se han puesto en marcha sistema parecidos que luego se han expandido al extranjero.

“Es una pena que algunas compañías hayan decidido estas restricciones”, manifestó Putin en el Senado. “Pienso que esto les hará perder un cierto segmento del mercado, un mercado que es muy ventajoso. Pero no es nuestra decisión. Nosotros tenemos que proteger nuestros intereses y lo haremos”.

De todas formas, el propio presidente ruso admitió que su desarrollo aun llevará tiempo. De hecho, por ejemplo para VISA el mercado ruso solo representa un uno por ciento de su facturación mundial. Y, únicamente, treinta millones de rusos poseen una tarjeta de crédito. Pero quienes disponen de ella, recurren a sistemas extranjeros.

Desde el pasado viernes, tanto VISA como Mastercard han suspendido sus operaciones total o parcialmente con entidades como Bank Rossiya, Sobibank y SMP Bank.