Si eres de los que piensa que el destino de México depende de quién gane la Presidencia en 2024, lee esto:

Después de cumplir prácticamente con todos los pasos de las primeras 2 etapas establecidas por el Foro de Sao Paulo, la “Cuarta Transformación” se prepara para iniciar la etapa 3, consistente en la “redistribución de la riqueza”. O sea, están cerca de culminar el “sueño socialista”.

El problema con el socialismo es que tarde o temprano se acaba el dinero que les quitaron a los que “tenían” con el pretexto de "redistribuir" la riqueza. Y los políticos siempre fracasan cuando sustituyen a los particulares en la creación de nueva riqueza...

La realidad se ha cansado de demostrar que donde se instaura un régimen socialista, la gente termina más pobre de como empezó; el problema es que, para cuando eso sucede, la nueva élite ya se encargó de exterminar la libertad de los individuos para emprender por cuenta propia.

Una vez cerrado el corral, la gente se entera “a la mala” del verdadero objetivo de la izquierda que hoy se autodefine como socialismo-castrochavista: imponer la igualdad en la pobreza para mantener a la población sin medios para rebelarse y así lograr perpetuarse en el Poder.

Es entonces cuando la gente comprende que:

  • Lo malo no era la desigualdad sino la pobreza.
  • La igualdad impuesta suprime la libertad para tratar de salir de la pobreza por cuenta propia.
  • Las promesas de “bienestar” eran sueños de opio propagados a través del odio.

El problema es que si la gente no despierta hasta vivirlo en carne propia, es demasiado tarde.

Es urgente que los mexicanos despertemos antes de que la pesadilla castrochavista se convierta en realidad, ya que cada paso hacia la "transformación" es un paso hacia el precipicio.

¿En qué paso vamos? Después de palomear casi todos los pasos de las primeras 2 etapas establecidas por el Foro de Sao Paulo, la “Cuarta Transformación” de Morena se prepara para iniciar la etapa 3: la “redistribución de la riqueza”.

Si no lo hicieron antes es porque los frenamos. Me explico: quitarles a unos lo suyo para regalarlo a otros implica anular el derecho humano a la propiedad privada y comenzar las expropiaciones masivas, pero para hacerlo, Morena y sus aliados requieren la mayoría calificada en el Congreso -la cual le quitamos los electores en 2021-, objetivo que hoy López Obrador denomina PLAN C.

De no haber frenado sus planes al arrebatarle la mayoría calificada a la mitad del sexenio, a estas alturas, las marionetas de López Obrador en las Cámaras ya habrían cambiado la Constitución, tendrían bajo la bota al INE, habrían desaparecido el INAI y tendrían el control del poder Judicial, y hasta la reelección de AMLO habrían hecho posible, erigiéndoloe como el séptimo dictador castrochavista de América Latina.

López Obrador ha apoyado sin tapujos a los que considera sus aliados y fuentes de inspiración, los dictadores de Cuba y Venezuela, y ellos han hecho lo propio enviando agentes a nuestro país para asesorarlo en la “transformación” de México, tal como lo establece el Foro de Sao Paulo, impulsor del socialismo castrochavista en la región, fundado por Fidel Castro y Lula Da Silva, hoy financiado por Venezuela, Rusia y los cárteles de la droga.

Es hora de abrir los ojos y ver el camino por el que nos están llevando, pues de lo contrario, cuando al fin despierten de la fase de negación en la que permanecen la clase media, los intelectuales y los políticos de oposición, será demasiado tarde.

La estrategia de defensa de la democracia debe comenzar por tener claro el objetivo principal: 

Mucho más importante que el sucesor en la Presidencia es el Congreso. En 2014 se renueva todo el Poder Legislativo: Senadores y Diputados. Es vital que Morena no logre recuperar la mayoría calificada en ambas cámaras, ya que un Presidente sin Congreso no puede imponer la agenda, mientras que un Congreso sin Presidente sí puede imponer la agenda.

En vez de desesperarnos sin sentido mientras los partidos terminan de ponerse de acuerdo sobre el candidato a la Presidencia que habrá de abanderar a la Oposición (pues igual lo habremos de apoyar sea quien sea), hagamos nuestra tarea como sociedad civil, que consiste en abrir conciencias más allá de las filias y fobias políticas de los ciudadanos. Ya vamos tarde para empezar a difundir información certera y efectiva sobre la importancia de lograr el equilibrio de fuerzas en el Congreso, con el propósito de frenar la abusiva aplanadora de Morena y sus aliados, que ya probó cuánto daño es capaz de hacer, incluso con la pura mayoría simple que les dejamos en 2021.

El reto a vencer es el abstencionismo. Podremos lograr la recuperación del Congreso sólo con una gran participación ciudadana. ¿Cómo lograr que la gente participe, si el voto es más emocional que racional en la mayoría de los casos?

Tomemos en consideración lo siguiente: a lo que nos hace sentir, le encontramos sentido; a lo que nos hace sentido le encontramos significado; y lo que tiene significado nos mueve a la acción.

Si bien el miedo es la emoción más poderosa porque es capaz de ponernos en movimiento, para sentir miedo hay que estar conscientes del peligro que acecha. De ahí la importancia de una estrategia de comunicación racional y emocional a la vez. Y otro aspecto a considerar es que el miedo puede tener dos efectos contrarios: acciona o frena. Será por eso que muchos no se atreven a abrir la boca y menos a involucrarse activamente en la causa democrática. En varias ocasiones la gente me ha preguntado si no me da miedo que me pase algo por ser tan crítica del régimen, y yo siempre respondo lo mismo: no, me da más miedo que logre su objetivo.

Es un hecho que si el miedo no mueve a la clase media y alta, las únicas que pueden neutralizar el voto populista, nada lo hará, así que ¡prendamos todas las alertas!

Y transmitamos que el objetivo principal no es la Presidencia, ¡es el Congreso!

TU VOTO ES TU PODER

*Elena Goicoechea es escritora, editora, analista política y activista.